martes, 28 de marzo de 2017

Xavi Molina con la Copa de campeones, tercera lograda por el Nàstic.

 Vaya de entrada que la Copa Catalunya en su actual formato no tiene ningún interés y es un estorbo para los clubes porque resulta imposible obligarlos a presentar su once titular cuando el buque insignia del fútbol catalán alinea en la Supercopa a tan solo cinco titulares. La Copa Catalunya interesa a la Federación Catalana de Fútbol para justificar sueldos, gastos, dietas y actividad. El calendario ya está lo suficientemente hinchado como para añadir partidos de escaso interés (en el Municipal de Olot, por cierto con un césped maravilloso, se dieron cita 3.300 espectadores y eso que la FCF se hartó de regalar entradas). Ah¡ y me parece una falta de respeto al público autorizar siete cambios en una final, contando el del portero.

   El Nàstic se ha hecho con su tercera Copa Catalunya sin marcar un solo gol en tres partidos (280 minutos de juego) y decidiendo desde el punto de penalti emulando al PSV Eindhoven de la temporada 1987/88 que se proclamó campeón de la Copa de Europa (actual Champions) empatando los cinco últimos partidos (cuartos con el Girondins, en semis con el R.Madrid y la final con Bemfica) y pasando desde el punto de penalti.

   Los granates fueron justos vencedores, dispusieron de mayor número de ocasiones y durante más minutos manejaron el ritmo del partido. Al técnico gerundense Machín se le marchitaron las gardenias, su recreación del Desembarco de Normandía haciendo salir a seis titulares en los últimos minutos no le funcionó en cambio a Merino que emuló a Murieron con las botas puestas le dio resultado porque aguantó con un solo cambio (el de Ruixi fue por lesión).

 El Nàstic tuvo más pegada con Uche, Jean-Luc y Muñiz, el Girona merodeó el área tarraconense pero le faltó profundidad. El Nàstic tuvo más instinto creador y con defensa de cuatro logró sellar la zona de peligro. El Nàstic, como el Girona guardaron sus cartas para el partido de Liga e hicieron bien. El Nàstic hizo un partido de manual: cerró la defensa, atacó por las bandas y buscó el tiro a balón parado. 

   El trago de la Copa pasó y con nota ahora toca centrarse en el partido del domingo donde, de ganar, el Nàstic habrá sellado un 20% de la permanencia.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

PERALES (8): Este no canta. Salvó un gol y paró el penalti decisivo. Dio muestras de serenidad y colocación.
GERARD (7): Volvió a su antiguo campo y lo hizo con seguridad y desparpajo por la banda derecha.
MOLINA (9): Imperial. El coronel de la defensa, infranqueable, atento y contundente. Rozó un penalti por mano.
RUIXI (7): No acusó el cambio de categoria, sentido de la anticipación y juego muy práctico, su sustitución fue por lesión.
GINER (8): Mejor en la primera parte, su velocidad sirvió para bloquear la banda zurda. Su lanzamiento dio la Copa.
VADILLO (7): Un gran primer tiempo con capacidad de mando y presencia. Menguó en la segunda parte.
ZAHIBO (7): Se convirtió en el dique de contención por delante de la defensa, evitó riesgos y optó por la contundencia.
JOSÉ CARLOS (6): Demasiados recortes y alguna pérdida innecesaria pero supo llevar peligro por la banda.
JEAN-LUC (7): Participativo y eléctrico, fue un incordio para la defensa, el lunar la falta de implicación en tareas dfensivas.
UCHE (7): Volvió a ser el killer del área pero René le privó del gol. En los últimos minutos desapareció. No debió fallar el penalti.
MUÑIZ (7): A balón parado una maquina dispuso de una ocasión que definió mal. Debió participar algo más.
ROGER (6): El partido estaba muy revolucionado y le costó encontrar el sitio, pero cumplió.
GABRI (6): Igual que su compañero, salvó la complicada papeleta de la presión visitante.
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