martes, 1 de agosto de 2017


Cunillera, Filgueira, Martínez, Nando, Manolo, Amigó, Palanca, Guti, Bañeras y Sarabia, el pasado julio en las 38ª reunión de amigos.

  La de hoy es una historia que habla de lealtad, fidelidad, cariño y pasión por unos colores. Una historia difícil de encontrar en el fútbol de hoy porque los jugadores se han convertido en trashumantes al servicio de las empresas deportivas antes que a la disposición de los equipos que a fin de cuenta son quienes les pagan. Pocos futbolistas cuando se besan el escudo hoy lo hacen desde el corazón. Por eso la historia que les paso a contar tiene el aroma del fútbol de antaño, olor a linimento, a césped recién segado y a humo de habano.

   La historia arranca la temporada 1977/78 cuando el Nàstic en Tercera División reúne a un grupo de diecisiete jugadores al mando de Antonio Jaurrieta (e.p.d.) y que lograrán la hazaña de encadenar dos ascensos consecutivos aterrizando en la Segunda División A.  Cómo se consiguió el doble ascenso?, pues porque había calidad y juventud, pero por encima de todo porque existía amistad, compañerismo y camaradería, en una plantilla corta de 17 jugadores.

   Y desde el ascenso a la categoría de plata en que se celebró con una cena en Casa Morros (Torrdembarra), el grupo, 14 futbolistas en total, continuaron con los encuentros en Tarragona o en alguna otra ciudad de residencia de alguno de ellos, siempre con sus parejas. No conozco ningún otro equipo que haya perdurado tanto en estas reuniones. Tuve ocasión de asistir como invitado a alguna de ellas y pudo dar fe de que la confraternidad y el apego ha ido creciendo con los años.

   Alrededor de la mesa se reúnen: Cunillera, Sarabia, Filgueira y Palanca (Tarragona), Amigó (Lleida), Bañeras (Reus), Martínez (Tortosa), Nando (Valencia), Manolo (Benicarló), Guti (Sabadell), junto a Emilio (Andorra), Otazu (Pamplona) y Pani (Cartagena) que esta vez no pudieron estar presentes, y siempre se recuerda a Juanete (Múrcia) que falleció en 1997. Ah¡ y gran parte de culpa de esta armonía la tienen las parejas que también crearon unos fuertes lazos de amistad.

   Mi enhorabuena por saber y querer conservar los valores que el fútbol (más el de antes) trasmite y que a través de él se pueden forjar amistades para toda unavida. ¡A por las bodas de oro¡
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