viernes, 15 de junio de 2018

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En el fútbol español los matrimonios deportivos suele durar menos que en MYHYV. La pareja de hecho de Nàstic y PROMOSPORT duró desde marzo de 2013 hasta junio de 2018. Se murió el amor de tanto usarlo o en este caso se marchitó el cariño con tanto fichaje. Durante estos cinco años de fiel relación la empresa de representación futbolística fichó para el Nàstic 83 futbolistas sin contar la veintena que recalaron en la Pobla. Con tal movimiento de centrifugación de jugadores se consiguió que la empresa PROMOSPORT se ganara generosamente la vida (incluso se traspasaron dos jugadores a Deportivo y Elx haciendo el Nàstic de puente) pero también el club que preside Josep Maria Andreu logró rebajar su deuda de siete millones y medio de euros a la entrada de la agencia de jugadores presidida por Rodri a dejarla en cero al término de la actual temporada.

Es de bien nacidos ser agradecidos por eso es de justicia decir gracias PROMOSPORT y Emilio Viqueira que fue su brazo ejecutor. Ahora toca caminar solos, es como aquel niño que se inicia con la bicicleta y las dos ruedas que le guardan el equilibrio, ahora le quitaron las ruedas pequeñas y deberá coger velocidad sin tropezar. El Nàstic en junio de 2012 estaba (y eso lo sabemos y vivimos muy pocas personas) al borde de la desaparición a punto de hacer un Lleida y la entrada con cierta reticencia al principio de PRMOSPORT evitó la hecatombe para un club que lleva 132 años de existencia.

Con PROMOSPORT se lograron dos campeonatos de Segunda B (uno birlado por la RFEF que presidía Villar), un ascenso a Segunda y un play off de ascenso a Primera; luego vinieron dos temporadas opacas y con un romance amargo con el descenso. El balance mírese como se mire ha sido más positivo que negativo.

Pero porque no entró con buen pie PROMOSPORT entre la afición grana?. Existen dos motivos, el primero por el oscurantismo y poca transparencia en su irrupción en la SAD, se tardó mucho tiempo en reconocer que la parcela deportiva estaba en manos de dicha empresa y resultaba complicado hablar con ellos. 

El segundo motivo hay que buscarle en la figura del Director General, Rodri; el jefe en las asambleas de accionistas a las que acudió o cuando intervino lo hizo con prepotencia, chulería e incluso ninguneando a algunos socios del Nàstic. Y claro como aquellas notas de junio que Rodri recordó a los asistentes se acercaron más al suspenso que al notable, los veteranos seguidores no se lo perdonaron. La brecha se agrandó en la siguiente temporada y el divorcio ya se vio como inevitable porque de seguir juntos se temía que acabara como la película Cuatro bodas y un funeral...
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