sábado, 20 de abril de 2019

Thiounne, el mejor del Nàstic en la lluviosa tarde en el Nou Estadi

En el libro Gordo de Petete-Martín cabe de todo, viene a ser un cajón desastre (sí, lo he puesto sin separación) en el que tanto puede entrar un cita de Woody Allen, como un sueño premonitorio (la titularidad de Noguera dos jornadas atrás) o una receta digna de Máster Chef. El técnico navarro me recuerda a los magos que con la mano derecha hacen el juego y con la izquierda distraen al espectador.

El partido frente a un poco ambicioso Sporting me pareció como un plato de acelgas rehogadas y sin sal; un encuentro muy insípido, soso, desabrido y adormecedor. Ni el once inicial me pareció creíble para ir a ganar el partido, ni tenia el chispazo de la sorpresa. La extrañeza anidó en mi cabeza al leer la alineación, al equipo le falta gol, y debió pensar Martín, pues cambio de portero; testarudez en jugar con tres centrales insistiendo en Fali en el eje de la retaguardia; y nueva apuesta por el uruguayo Guerra que sabes que con él gastarás un cambio seguro.

El Nàstic aguantó el ímpetu inicial del Sporting a pesar de perder balones y no ganar los divididos. Cierto que la actitud (otra cosa es el acierto) fue distinta de los últimos desplazamientos, pero el equipo está confuso, anda vacilante y se muestra irresoluto. El conjunto grana ni tiene gol, ni se le espera esta carencia es la que le condenado a la Segunda B de manera irremediable. 

Antes del partido la salvación era una quimera, una fábula digna de la pluma de Félix Samaniego, pero se podía haber arriesgado más tal vez Kanté de inicio y a medida que el encuentro iba desgranando los minutos dar entrada desde el banquillo a un delantero por un defensa y atreverse a ir por el partido. El Nàstic estuvo más cerca del gol que su rival, pero faltó valor y determinación porque si la confianza y la ilusión no se trasmiten desde el banquillo difícilmente florecerán en el terreno de juego.

Los locales lograron armar algunas jugadas por las bandas pero la resolución pasaba por el centro y la poblada defensa del Sporting no daba opciones. El plato que escogió Enrique Martín de su menú particular me pareció insípido muy poco calórico y propenso a no volver por el restaurante.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

BECERRA (5): La gran sorpresa del once titular, comenzó titubeante y fue afianzándose a pesar de ser poco exigido. Mal en los servicios de puerta.
PIPA (5): Redunda en el repertorio de pases que sus rivales conocen al dedillo; en ocasiones se atraca de balón.
ABRAHAM (6): Lo intenta y persiste pero ayer no estuvo demasiado lúcido. Le faltó algo más de profundidad.
MIKEL (5): Justo en el marcaje ante la rapidez del rival; no intentó jugar el balón desde atrás. Pudo hacer más.
NOGUERA (6): Se le vio más equilibrado, seguro atrás y procuró jugar el balón. Algún percance en el juego aéreo.
FALI (5): Su posición no es la de central, jugó acelerado y se cargó pronto con amarilla. En general irregular, una de cal otra de arena.
THIOUNNE (7): El mejor, puso criterio sobre el verde, trianguló y abrió el jugo por los exteriores, estuvo poco acompañado.
IMANOL (5): Hizo de tapón en el centro del campo pero el rival le dejo metros y él no supo aprovecharlos. 
GUERRA (5): Probó un par de acciones pero le falta confianza y el equipo ahora no está para pruebas. Otra vez cambio por molestias.
LUIS SUÁREZ  (5): Lo de siempre impecable en lucha y presión pero suspenso con la falta de gol que demuestra.
UCHE (6): Se le vio con más ganas y dispuso de un par de opciones. Le faltó apoyo desde la segunda línea.
MÁRQUEZ (4): Otro que no estaba para ejercer de piloto. Prácticamente no logró entrar al partido.
KANTÉ (6): Debió entrar antes, abrió espacios, busca el balón y suele combinar al primer toque.
SADIK (3): Sinceramente su salida a falta de cinco minutos me hizo pensar si Martín nos estaba tomando el pelo.

ENRIQUE MARTÍN (2): No se hasta que punto es positivo que acabe la temporada en el banquillo; cada día le noto más desconcertado con cambios en el once que no se justifican y equivocándose en los tres cambios (el de Kanté porque debió entrar antes). 

1 comentarios :

Totalmente de acuerdo. Ya no tenemos remedio, pero lo peor es, que adí no vamos a tener en el futuro y si no remediamos el desastre rápido y ascendemos, nos vamos a pasar unos cuantos años en segunda B. El infierno

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