La vergüenza se quedó en Tarragona

23:40  

Nada que objetar al triunfo del Granada.

Uno se hace cansino al repetir el comentario de cada partido porque siempre resulta más de lo mismo. Además para aderezarlo ayer el lateral murciano Josema lanzó unas graves acusaciones desafiando a la afición que osaba criticar al equipo llamándonos frustrados. Tal vez el motivo de su frustración viene porque solamente ha aparecido en tres partidos en las alineaciones. Dicho esto hagamos la autopsia del Nàstic porque a partir de ahora puede ser considerado oficialmente como cadáver embalsamado de la Segunda B. 

Del partido no se puede explicar nada porque nada hubo. Además los futbolistas (?) volvieron a dejarse la vergüenza en Tarragona. Martín ejerció de chirigotero mayor del reino de nunca jamás y salió con no cuatro, ni cinco, con siete defensas (Salva, Josema, Noguera, Mikel, Pipa, Imanol  y Abraham. cinco de los cuales son cedidos); los primeros cuarenta y cinco primeros minutos fueron de ausencia absoluta de los tarraconenses como si estuvieran visitando la Alhambra, el Sacromonte o el Generalife. 

El Nàstic fue incapaz de llegar a las inmediaciones del área nazarí, mientras que el Granada era el dueño del partido. Los visitantes habían borrado de su diccionario palabras como garra, ímpetu, cohesión, anticipación, velocidad, triangulación, contundencia y sobre todo vergüenza. Con el equipo ya descendido el técnico apeló por la cobardía, planteamiento conservador que propiciara un empate sin goles.

Resulta difícil pero el Nàstic no ligó ni una sola jugada en todo el encuentro, no pudo sacar ni un solo balón jugado desde atrás, hasta fue incapaz de presionar la salida del balón porque no había ganas. Pienso que ni el aficionado, ni la historia del club merecen que en el banquillo se siente un entrenador entregado, desilusionado y que nos ha decepcionado enormemente. Incluso llego a dudar que él y su mano derecha Alfredo sepan realmente como juega el rival.

Tampoco en los cambios anduvo acertado, tarde, equivocados y se dejó uno por hacer, tenía otras opciones como Palanca, Viti o Pol Valentín. Empecé a cubrir profesionalmente la información del Nàstic la temporada 1974/75 y les puedo asegurar que jamás vi una plantilla (en términos generales) tan poco implicada y un entrenador (he visto pasar casi cuarenta) tan 'pasota' como Enrique Martín.  Y pensar que aún restan seis jornadas....

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

BECERRA (3): Inseguro, se comió el primer gol porque no llegó al balón; dudó en las salidas. Lo cierto es que el cambio de portero me pareció un capricho de Martín.

SALVA (5): Se salvó del naufragio porque es un tipo honrado que siempre da la cara; no pudo participar en ataque.

NOGUERA (4): Se ha acomodado, arriesgó muy poco y estuvo lento en la marca, mejorando en la segunda parte.

MIKEL (2): Es uno de los que no está implicado, poco metido en el partido cometió errores en el marcaje. Se volvió a comer un gol.

JOSEMA (0): Mal partido, incómodo en la banda; culpable de uno de los goles por distracción. Y para colmo hizo unas declaraciones de falta de respeto hacia la afición.

PIPA (2): O se saca algún truco de la chistera para desbordar o al banquillo; aquel jugador que llegó con chispa se ha desvanecido.

ABRAHAM (4): En implicación aprobado pero sin hacer daño por la banda y no pudiendo generar futbol para sus compañeros.

IMANOL (2): Invisible, se aisló y no tuvo participación; en ningún momento dominó la zona ancha.

THIOUNNE (6): Sin duda el mejor, poco acompañado pero buscando la mejor salida de balón y cortando los avances locales.

KANTE (3): Ayer le dio la razón a Martín del porque de su suplencia. Se le vio poco y no pudo combinar con su pareja de ataque.

LUIS SUAREZ (3): Mal, el fútbol es algo más que correr, ayer no dispuso de oportunidades y en una que pisó el área se lio como en él es habitual.

UCHE (2): Desangelado, sin ganas y con poca actividad.

SADIK (1): Tocó dos balones y los dos mal.

ENRIQUE MARTÍN (3): Ayer volvió a la defensa de cuatro pero de los otros cuatro tres eran defensas y Thionné ambivalente. Mal planteamiento y mientras los aficionados se van hundiendo.

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