miércoles, 3 de abril de 2019


Campo de l'Avinguda Catalunya, como añoro el compromiso de los jugadores de antaño.


La catarata de críticas después del desastre de La Romareda ha sido épica. No recuerdo nunca antes oir al finalizar un partido de boca del capitán y del entrenador que había faltado compromiso e intensidad. No entiendo la actitud tan cobarde como se planteó el partido ante el Zaragoza. Cuando uno firma por un club es, como los matrimonios, hasta que el contrato los separe. Y se está unido a las verdes y a las maduras.

El ejemplo de como se ha de competir nos lo ofreció el Reus Deportivo hasta el partido antes de su expulsión de la LFP que aún sin cobrar desde hacía medio año compitieron con vergüenza, compromiso y responsabilidad. El Nàstic con Martín a la cabeza desaparece muy pronto de los partidos y luego es incapaz de remar contracorriente.

Sería necesario inventar un artefacto para medir el rendimiento anímico de los futbolistas, poder conocer el grado de compromiso, intensidad, honestidad, sentimiento e implicación que desarrollan sobre el césped. El futbol es un deporte en el que lo físico se asocia con lo técnico pero en determinados momentos prevalece el estado anímico del futbolista.  Claro que el Nàstic esta temporada ha contado con 14 jugadores cedidos, y a estos cuando van mal dadas el compromiso se les evade contagiados por la sinergia negativa.

Al margen de sistemas erróneos, alineacions fallidas o cambios errados, se debería esperar más de los jugadores, de unos profesionales que cada vez son más trotamundos del futbol. Los socios de cualquier club merecen un mínimo respeto, todos aceptan que se puede perder pero siempre con dignidad, dando la cara y dejando la piel sobre el verde que va implícito en el contrato de seis cifras que cobran.

Ahí les dejo los términos (con sus sinónimos) que los jugadores profesionales que vistan cualquier camiseta deberían de conceptualizar: COMPROMISO (deber, responsabilidad, contrato); INTENSIDAD (entusiasmo, vehemencia, apasionamiento, fuerza); SENTIMIENTO (sensibilidad, pasión, arrebato); HONESTIDAD (honradez, integridad, dignidad) e IMPLICACIÓN (connivencia, orgullo, complicidad, compañerismo). 

No nos engañemos el equipo ya está embarcando hacia el infierno de la Segunda B, la leve esperanza que aún queda...se diluye por la ausencia de gol. Lo de Vini, vidi vici, pasa más por Alea jacta est.

3 comentarios

Muy buen comentario tiene vd. toda la razón.

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Estoy de acuerdo con las críticas que se puedan hacer al plantemiento y desarrollo del partido en la Romareda, pero en los partidos anteriores(en la mayoría al menos) el equipo ha competido y ha dado la cara ( no ganas en el minuto 93 al Albacete si no es que estàs dándolo todo). La culpa no es de Martin ni de los jugadores, son piezas de una mala planificación deportiva que ya dura tres años

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En cuanto a la comparación con el Reus, le doy valor a lo que ha hecho, pero ya me cansa un poco. En 100 años no estaron nunca en futbol profesional y tuvo que venir un señor de Barcelona con millones ( que no tenía) para subirlos a segunda A. Le vendieron el club, lo pusieron en sus manos y así como lo aupó,lo hundió. Luego se echaron a los brazos y festejaron la llegada de otro millonario que resultó peor que el anterior. Ahora lloramos por estar en segunda B pero si tenemos que recurrir a comparaciones con el Reus , no olvidemos y aprendamos de lo que les ha ocurrido a ellos. El club debe pervivir y estar en manos de quien no lo quiere por interés personal. Calma y paciencia. Ya llegaràn tiempos mejores. Força Nàstic

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