sábado, 13 de abril de 2019



El Nàstic se ahogó en Almería con el azul Mediterráneo de las camisetas.


Eso es todo amigos, como decía Bugs Bonny al terminar cada sesión de dibujos animados de la Warner. En el Estadio de los Juegos del Mediterráneo (ironías de la vida) el Nàstic certificó el descenso (no matemático, pero si evidente) a la Segunda B. Fu un sábado de Dolor donde el equipo de Enrique Martín pasó por un calvario para acabar crucificado adelantando en siete días la culminación de la Semana Santa y sin posibilidad de resurrección

El descenso tiene a un equipo de culpables. Ha sido una cadena de errores, un efecto mariposa que enciende la mecha cuando se rompe con Promosport y el Consejo de la SAD tiene que improvisar un Plan B que se fragmenta a los treinta días cuando Arnal Llibert (recomendado por cierto intermediario) es incapaz de confeccionar una plantilla competitiva (la dirección del Nàstic comienza a dar palos de ciego) y de rebote el error le estalla en las narices a Gordillo (a fin de cuentas quien menos culpa tiene en el desastre), luego se ficha al técnico navarro pero sin echar al Director Deportivo (fichado por tres años, toma ya¡) y trayendo a otro, Antonio Prieto, que se ve obligado a trabajar en la sombra. Era previsible, pero el record de alinear 40 jugadores en Liga en una temporada dudo que nos lo arrebate nadie.

Si a Martín (un fichaje de cara a la galeria) hace un par de jornadas le sometieran al polígrafo y le preguntaran si de verdad creía en la salvación del equipo la respuesta, estoy convencido, hubiese sido negativa. En Almería el Nàstic hizo otro partido plano, hueco, sin personalidad y como siempre huérfano de gol. A lo sumo se podía rascar un punto, pero la quebradiza y frágil defensa cometió dos distracciones que supusieron dos goles y el partido se finiquitó.

Deduzco que el dilema no es si los jugadores tienen o no actitud sobre el césped, la incógnita es saber si creen en ellos mismos desde hace una decena de jornadas. En Almería no hubo sistema, ni variantes, ni coherencia táctica; eran once jugadores colocados sobre el rectángulo de juego y dejados por el entrenador a que explotaran su calidad individual los que la tienen.

Tal como jugó el Nàstic los últimos veinte minutos creo que no se le gana ni al CD Ebro de Segunda B.  El equipo está muerto, no reacciona porque se siente inferior al rival y porque Enrique Martín solamente le quedan argumentos inverosímiles en la Sala de Prensa. Los ocho partidos que restan pueden resultar una pesadilla. Llegó el momento de tomar decisiones.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

BERNABÉ (7): El único que actúa como un profesional. Goles imposibles y detuvo tres balones de gol. Un ejemplo a seguir. Difícil que continue en Segunda B pero habría que intentarlo.
FALI (3): En una Liga tan exigente no puede jugar de central. Buena voluntad pero muy bajo rendimiento.
NOGUERA (3): Siempre tiene algún despiste en la marca, ha perdido contundencia y no trasmite seguridad.
MIKEL (2): Blando en los dos primeros goles y todo el partido con exceso de indecisión cuando apretaron los locales.
PIPA (4): Los rivales ya le conocen el truco y ninguna arrancada llega a buen puerto. Mejoraría de lateral con defensa de cuatro.
ABRAHAM (3): Físicamente no está en su mejor momento, sufre en los retornos después de un ataque. Débil en el marcaje.
THIOUNNE (3): Descentrado, embarullado y sin capacidad de generar futbol, En la segunda parte inédito.
IMANOL (3): Su misión es descabezar el juego del oponente, lo intentó pero se vio superado en la segunda mitad.
PALANCA (3): Poco participativo, no estuvo fino en los pases. No pudo conectar con los dos de arriba.
LUIS SUÁREZ (3): De los más honestos del equipo en trabajo y esfuerzo, pero un delantero sin gol el equipo lo acusa.
UCHE (4): Fue de los pocos que lo intentó pero estuvo muy aislado y luego se fue menguando hasta no existir.
KANTÉ (4): Dio más movilidad al ataque pero con pocas ideas y muy acelerado en el juego tal vez por el peso del marcador.
COTAN (3): Tampoco sumó, llegó tarde a un par de balones en ataque y fue incapaz de darle frescura al juego del equipo.
SALVA (4): En los pocos minutos que jugó dio más temple a la zaga, jamás debió de salir del once titular.

ENRIQUE MARTÍN (1): Sin discurso, sin ilusión, falto de cintura en los cambios de posición durante el partido. Planteamiento conservador cuando solo valía la victoria.
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1 comentarios :

La veritat és que el nivell aquest any fora de casa no sé si l'havia vist mai. Per ser justos cal dir que Martín sí ha sabut fer competir l'equip a casa però això fa encara menys comprensible el pobre nivell fora. Amb aquest precedents no teníem arguments per pensar en fer res positiu a Almeria, més que la fe. Jo ja fa temps que he deixat de ser creient. Deia als meus amics aficionats que mantenien esperances que m'avisessin quan haguéssim guanyat tres partits seguits. No ha passat. Som de segona B. Força Nàstic

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