domingo, 30 de agosto de 2020

 


En la centenaria historia del Club Gimnàstic han aparecido varias leyendas urbanas que en este blog hemos ido desmontando, hoy le toca a la que hace referencia a la negativa de la directiva del club  de que el equipo de futbol fuera absorbido por la farmacéutica Bayer tal como sucede en Alemania con el Leverkusen 04 y el Uerdingen 05 situado en la ciudad de Krefeld.

La farmacéutica Bayer fue fundada en 1863 en la ciudad de Berlín; en la actualidad está esparcida por cincuenta países, cuenta con 110.000 empleados y su facturación anual ronda los cincuenta mil millones de euros. En 1904 los trabajadores de la fábrica de Leverkusen solicitaron a la dirección formar un equipo de futbol; con los años el club se consolidó y dispuso de instalaciones propias (un estadio con capacidad para 32.000 espectadores) y participó en 39 ediciones de la Bundesliga. Los empleados de Bayern en la ciudad renana son 14.000 y los habitantes se acercan a los 170.000.

El otro equipo perteneciente a la firma Bayer es el Uderdingen 05,  un club fundado en 1905 pero que la firma farmacéutica no lo adoptó hasta 1953, que está situado en la ciudad de Krefeld en la región de Westfalia y que contabiliza 260.000 habitantes. El club logró permanecer 14 temporadas en la Bundeslig  y dispone de un estadio para 35.000 espectadores pero en los últimos años entró en decadencia y ahora se halla en la tercera división. Aquí la empresa da trabajo a unos 9.000 empleados.

En mayo de 1986 en plena celebración del centenario del Gimnàstic y con el club sumido en una deuda de cerca de 100 millones de pesetas la junta directiva del recién elegido Antoni Vallverdú buscó fórmulas para evitar la desaparición de la entidad, una fue reunirse con la empresa Bayer. Sería una comida en el restaurante Les Coques y a ella asistieron Antonio Vallverdú y Lluis Mezquida por el Nàstic y tres representantes de la empresa Bayer, uno llegado desde Alemania. El que suscribe también estuvo presente en calidad de periodista.

La reunión resultó muy cordial, pero la solicitud del Nàstic de que la empresa repitiera con el equipo tarraconense lo que hacía en Alemania con Uerdingen y Leverkussen, resultó  negativa pero razonada. En las fábricas de estas poblaciones alemanas  Bayer disponía de 25.000 empleos directos y cerca de 35.000 indirectos, en Tarragona en 1986 Bayer tenía menos de mil trabajadores. Además se añadía otra circunstancia desfavorable la RFEF presidida entonces por el aragonés José Luis Roca no admitía cambios de nombres comerciales en los clubs de futbol en categoría nacional.

El Nàstic quiso pero no pudo lograr la alianza con la firma Bayer pero tuvieron la gentileza de donar cinco millones de pesetas al equipo de futbol y dejarle lucir la aspirina en la camiseta.

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