miércoles, 9 de septiembre de 2020

Imagen del partido Nàstic-UE Horta. (Foto DIARI MES)

 Era e1 primero de marzo  cuando faltando pocos minutos para llegar a las dos de la tarde y en la agonía del partido frente al Valencia-Mestalla, Jesús Rueda rompió el empate en el luminoso y permitió que el Nàstic cazara al vuelo los tres puntos. Nadie podía sospechar que tendrían que transcurrir 192 días para que el equipo grana volviera a jugar en el Nou Estadi un partido de futbol. Ah¡ y una curiosidad, el último partido fue contra un rival que jugaba de blanco y negro y el primer rival el UE Horta luces los mismos colores.

Asistimos a un futbol distinto, sin alma, triste, con las gradas vacías y carente de transmisión. Un futbol que si la pandemia no lo remedia será la tumba para muchos clubes con unos presupuestos indefendibles sin público, sin derechos televisivos y con  muchos patrocinadores con ERTES o en el umbral del cierre.

El primer ensayo de la temporada ha servido, como es habitual, para aburrir a los asistentes (prensa y directivos) y abrir más incógnitas de las que existían antes de empezar el partido. El rival la UE Horta (que se ha movido con desparpajo y con buen trato de balón) está dirigido por Victor Valdés y Felip Ortíz y la pasada temporada acabó decimo segundo en el grupo V de Tercera División.

Toni Seligrat ha presentado dos onces distintos para cada parte. Al del primer tiempo se le ha visto con mucha lentitud y excesiva horizontalidad cargando el juego por la banda derecha donde ni Caballero, ni Guiu, ni Pol Prats han sabido crear peligro. Fueron cuarenta y cinco minutos desesperantes, sin ocasiones; bueno la única la tuvo el exgrana Victor Bertomeu con un disparo que dio en la cepa del poste.

El segundo tiempo tuvo más chispa, se jugó con mayor brío y se contabilizaron media docena de ocasiones que hubieran podido romper el empate. Hubo más robo de balón, más anticipación y un punto picante de verticalidad. Físicamente existió superioridad del Nàstic que lleva un mes más de entrenos que el conjunto barcelonés.

Los amistosos están ahí para ir cohesionando el equipo, buscándoles la horma que más se ajuste a lo que pretende Toni Seligrat. Además aun faltan cuatro o cinco incorporaciones dependiendo de si Bonilla toma el camino de Soria. Los futbolistas más destacados fueron, en la primera parte: Joan Oriol -el mejor-, con Rueda (un buen cerrojo atrás) y Fran Miranda en su línea; de Ribelles poco podemos decir porque ocupó posición de central nada natural en él.

De la segunda parte, por encima de todos, Fausto Tienza, un gigante en el centro del campo, Pol Ballesteros y Amang (con tres ocasiones de gol mal resueltas), y de los futbolistas de la Pobla, Oscar Sanz, muy equilibrado y el joven central Grifell, 20 años, fichado del Igualada.

De momento ya hemos roto el confinamiento futbolístico ahora habrá que ver la evolución de la plantilla del Nàstic para que se pueda confeccionar un once que aspire al ascenso.

Comentarios: