lunes, 28 de septiembre de 2020

 Jugar sin público será la nueva realidad del fútbol mundial? | MARCA Claro  México

La Bundesliga fue la primera liga europea que renudó la competición sin público en las gradas.

El deporte de competición está concebido para que se abra al público, que los espectadores puedan acudir a los recintos deportivos o que el espectáculo llegue a los hogares a través de las transmisiones de las televisiones o emisoras de radio. Un partido de futbol sin presencia de aficionados en las gradas es como una comida sin sal. El silencio de un estadio mientras dos equipos compiten produce tristeza, una sensación extraña que cuesta de digerir.

El COVID19 ha cambiado el mundo, nunca volveremos a ser como antes, la pandemia que ya se ha cobrado un millón de muertes en todo el mundo ha marcado las nuevas reglas. Los datos de los contagios diarios en la mano obligan a la prudencia. Es una cuestión de responsabilidad tal como ha indicado el CSD desaconsejando la presencia de espectadores en el inicio de las competiciones de los deportes de equipo.

Entiendo perfectamente el razonamiento de los clubes y de sus aficionados, pero ante un otoño en el que previsiblemente el número de contagiados puede aumentar de manera asimétrica en todo el estado creo que seria una irresponsabilidad forzar la apertura de puertas de los campos de futbol aunque fuera de manera restringida. La supervivencia de los equipos será igual sin espectadores que si entran mil.

Los teatros han abierto las salas para acoger espectadores, pero es un sector que solamente puede vivir subiendo el telón a diario; los aforos se han reducido (la Sala Trono en Tarragona pone e la venta en cada función 150 entradas de las 500 localidades de que dispone el Metropol). En un teatro el público accede ordenadamente, permanece en su butaca y con mascarilla durante todo la representación, las medidas cumplen todos los protocolos marcados por el gobierno.

También en los pabellones con 300 o 400 personas se puede mantener las distancias y se pueden evitar las aglomeraciones, pero en un Estadio en el que se puedan ubicar mil, dos mil o tres mil personas lo considero un riesgo por los contactos que se pueden producir. Valdría la pena tener paciencia y esperar a que la situación actual de contagio se reduzca y que y en el horizonte se vea la llegada de una vacuna.

Las personas que somos de riesgo nos da miedo las concentraciones y nos dolería tener que lamentar una cadena de contagios por el deseo de acudir a un espectáculo que no es de primera necesidad. Soy el primero en desear que vuelva el público a los campos de futbol para disfrutar de la liturgia de este deporte pero por ahora no se dan las circunstancias mínimas para abrir puertas.

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