sábado, 13 de marzo de 2021

 




Esto debería de ser un campo de futbol, pero no lo es. Foto PORTALGRANA

Lo que hemos visto en el Mini-Municipal de Llagostera no es futbol, o quizás si, y sea el futbol que practicaba el hombre de Cromañón (y no quiero decir con quien le encuentro cierto parecido).  En el Neardental futbolístico allá por los albores del siglo XX así se entendía este deporte jugado con los pies: poco espacio, muchos jugadores y puntadas de borcegí hacia adelante. No me extraña nada que la Llagostera lleve un año sin perder en su feudo; estos campos son los que permiten alargar las imbatibilidades por que condicionan al rival, además es donde pueden sacar pecho los entrenadores mediocres.

Resulta intolerable que la RFEF acepte estos terrenos de juego pigmeos para competir en el tercer escalón del futbol nacional. Y me pregunto, los pocos, poquísimos seguidores del equipo gerundense alguna vez han podido ver FUTBOL en su viejo tapete verde con líneas blancas y amarillas que se yuxtaponen?.  Atentos, la temporada 2013/14 el Nàstic de Vicente Moreno rompió en Llagostera una racha de diez y siete partidos invicto; en la 2020/21, de Toni Seligrat ha roto una racha de diez y seis encuentros sin perder en el futbolín llagosterense. Espero y deseo no tener que cruzarnos con este rival si sigue conservando este fortín de play-mobil.

El análisis del partido es difícil porque generar futbol en un terreno así resulta del todo imposible. El principal defecto del Nàstic fue no saber o poder soltar el balón antes y eludir el barullo en la frontal del área. Los de Seligrat chutaron más, dieron más sensación de peligro pero los de Oriol Alsina hicieron valer su conocimiento de todas las trampas que esconde el terreno de juego.

Los primeros veinticinco minutos de partido fueron perfectos, se maniató al rival y se rondó más minutos en el campo contrario que en el propio pero con una punta de ataque roma y con indecisiones a la hora de ajustar el disparo. Durante el leve descontrol vino la jugada de estrategia con final feliz que ya no cambiaría el resultado. 

En el segundo tiempo el Nàstic debió de buscar otras alternativas, variar el sistema (Gerard al vestuario, Carbia en la banda y Pedro por el centro) y sobre todo levantar los peajes de los carriles buscando velocidad y profundidad; procurar que el rival tuviera miedo y le entrasen las dudas. Pero no fue así.

El domingo frente al Espanyol B, tal vez con público en la grada, será hora de pegar el puñetazo encima de la mesa. 

1X1 Puntuación del 1 al 10

SUAREZ (6): Vendido en el gol. Se mostró seguro en lo poco inquietado que estuvo y amortizó el saque largo.

ALBARRÁN (6): Hizo un correcto trabajo defensivo; en ataque supieron taponar bien sus acciones.

QUINTANILLA (6): Atento en la marca y anticipándose pero no pudo acompañar en la salida de la jugada. La amarilla le condicionó.

TRILLES (5): Juega demasiado acelerado. Cumplió en el entramado defensivo con poderío; la cartulina de amonestación le coartó en alguna acción posterior.

JOAN ORIOL (5): No se le vio cómodo, se prolongó con oficio pero sin sacar ventaja en las penetraciones y hizo excesiva conducción de balón. 

FRAN MIRANDA (6): Dueño del centro del campo hizo un partido muy práctico; la amonestación propició su cambio.

RIBELLES (4): Poca presencia; se diluyó desde el inicio por delante de los centrales y no pudo ser un salvavidas para sus compañeros.

BONILLA (5): Dos buenos disparos, pero estuvo irregular durante el partido e hizo algunos pases erróneos.

FULLANA (4): También sacó un buen disparo, pero el partido no iba con su perfil, le faltaron espacios y compañeros de pase claro.

GERARD OLIVA (3): Sigue flojo; jugó demasiado de espaldas a portería y no pudo ligar ninguna jugada de ataque consistente.

PEDRO MARTÍN (6): La tuvo en los minutos finales con un disparo desviado por un defensor; no pudo encontrar huecos arriba.

FRAN CARBIA (6): Salió e hizo la jugada más peligrosa del partido, luego se encontró con demasiados jugadores arriba y le faltó algo de pausa.

POL BALLESTEROS (3): Entró mal al partido y prácticamente no supo encontrar su protagonismo.

LUPU (-): Debutó con pocos minutos pero dejó un par de detalles el rumano.

JOEL LASSO (-): No tuvo tiempo de participar.


TONI SELIGRAT (5): No hay que ser Klopp para plantear el partido en aquella mierda de campo (con perdón), pero luego no supo reconvertir el sistema ni buscar alguna alternativa para crearle dudas al rival.

SERGIO USON ROSEL (7):  Tiene 37 años, de Zaragoza y ha pitado 148 partidos en Segunda B en las 12 temporadas que lleva en la categoría. Fue fiel a su media de siete tarjetas por partido. Cuarto partido que pita al Nàstic, le pitó en La Nucia precisamente en el último encuentro antes de la pandemia. En Llagostera hizo valer su experiencia y lo hizo bien. Nada que decir a las cartulinas granas.

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