domingo, 7 de marzo de 2021

 

Minuto 1, Carbia marcó el gol que sería definitivo.

Se preveía que sería un encuentro de mínimos. Y un gol al minuto de partido bien gestionado podía ser suficiente. El Nàstic con el marcador en franquicia podía domesticar el duelo y dejar que el reloj viajara lentamente hasta el minuto noventa. Si de un concierto se tratara el Nàstic no querría emular a Freddy Mercuri, se conformaba con ser Leticia Sabater con tal de que la portería de Suarez acabara virgen como presume la cantante.

Molo y sus pupilos confundieron el Nou Estadi con el escenario del Teatro Metropol y ahí radicó el error teatralizar la contienda lo que no permitió al Lleida poder trenzar el futbol y crearle dudas a los granas. Buscar la provocación sobre el césped, exaderar las caídas y pretender confundir al colegiado, fueron pobres argumentos para tutear al rival que quizás quedó ligeramente desquiciado con cuatro amarillas a jugadores puntales del once pero que supo alejarse de caer en la pelea.

Los de la Terra Ferma hicieron bien dos cosas en el primer tiempo: presionar con insistencia la salida del balón y taponar los carriles dejando aislados a Joan Oriol y Albarrán. Ejerció un futbol intenso, en ocasiones demasiado intenso, buscando las faltas en caídas mal disimuladas y robándole espacios a los locales; pero nunca dio la sensación de llevar peligro a la portería del Gol de Mar. El Nàstic tampoco propuso un partido de futbol trenzado, pases en diagonal y de centros laterales, pero quizás no le era tan necesario. 

Si la defensa local se mantenía recia, robusta y sólida, el gol de Carbia (en el que no hubo fuera de juego) podía ser definitivo. Cierto que sobre el césped hubo en el primer tiempo una crispación excesiva y unos nervios demasiado evidentes y esto impedía ver un futbol hilvanado en su lugar sufrimos la infamia de pelotazos  de ida y vuelta, despejes y más despejes.

La segunda parte fue más comedida; el penalti (dudoso) fallado por Bonilla pudo haber bajado el alto voltaje que se percibía en el verde en el último tramo de partido. Seligrat hizo los cambios para preservar a los tarjeteados y Molo para buscar a la desesperada el gol del empate. Sobre la justicia del marcador cabría reflexionar, si te marcan un gol en el minuto uno y no eres capaz de igualar en los 93 (cuatro de añadido) tal vez no merezcas el empate.

El Nàstic precisa ahora un punto de los nueve que están en juego para certificar el ascenso a la Primera División RFEF y el Lleida tendrá que sudar sangre para entrar en la fase de ascenso a dicha categoría.

1x1 Puntuación del 1 al 10

SUAREZ (8): Una valiente salida fuera de su área en el primer tiempo y dos buenas atajadas en la segunda parte. Dos saques directos a la banda en su debe.

ALBARRAN (8): Admirable el no desplomarse cuando todo le salía mal. Partido exquisito frente al Lleida, controló su banda, subió lo que le dejaron y estuvo muy bien.

TRILLES (8): Volvió, jugó y venció. Atrás fue un escudo, parapetó todas las acciones rivales y marcó la línea roja en la frontal. 

QUINTANILLA (8): Otro gran partido del vasco. Inmenso en el eje, no dejó resquicios y serenidad para no rifar el balón.

JOAN ORIOL  (6): Su partido más flojo, la amarilla le condicionó y en la segunda parte tuvo problemas para superar a su marcador.

TIENZA (7): El extremeño impuso su carácter (a veces sobrepasado) en el centro del campo, robando balones y cortando el juego forastero. Se nubla cuando llega al área rival.

BONILLA (6): En el penalti le anunció la dirección a Torras; menos activo que en otros partidos. 

FRAN MIRANDA (7): La dupla extremeña funciona como un reloj suizo; sabe mandar en el centro y un buen sentido de la anticipación.

FRAN CARBIA (7): Gol providencial, luego se desgastó en taponar la banda; inquietó a la defensa ilerdense y acabó muy cansado.

GERARD OLIVA (6): Sigue con su ceguera ante el gol, y se precipita en alguna jugada. Su labor de presión en la salida del balón resulta fundamental.

PEDRO MARTIN (7): El único pero fue una contra en la que no vio a Carbia a su derecha pisando área; descolgó balones aprovechando su cuerpo y hizo buenos desmarques.

POL BALLESTEROS (6): No dispuso de ninguna jugada clara pero ayudó a que el Lleida no percutiera por su banda.

POL DOMINGO (6): Contrarrestó la acumulación de delanteros ilerdenses en la frontal desde su posición de lateral.

FULLANA (6): Era difícil pero logró darle  algo de pausa al partido en los minutos finales.

JOEL LASSO (6): Colaboró en que el rival no estuviera cómodo en la salida del balón.

RIBELLES (6): Aportó oxígeno y piernas al centro del campo.


TONI SELIGRAT (7): Salió a por el partido, luego supo buscarle el ritmo que más necesitaba el juego. Bien en los cambios.


FULGENCIO MADRID MARTINEZ (4): El de Cartagena de 24 años cumple su segunda temporada en la categoría. Nunca dominó el partido, riño demasiado a los futbolistas y fue poco coherente con las cartulinas.

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3 comentarios

Buenas tardes señor Enric. Se ha dejado usted la valoración de Joel Lasso que, para mi entender, lo hizo todo bien.

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Virtualment classificats en un grup realment difícil, igualat i competitiu com cap altre. Això té molt de mèrit i cal reconèixer la tasca de l'equip i el míster. Força Nàstic!

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