Despacito y buena letra
Manu García, Pedro del Campo, Didac Nadal (regidor de Mercats), Josep Maria Andreu, Sergi Parés, Pablo Fernández y Edgar Hernández.
Si la memoria no me falla tendríamos que remontarnos a la temporada 1990/91 para encontrarnos una plantilla cerrada, prácticamente, el 15 de julio. A las órdenes de Antonio Jaurrieta aquel año llegaron Enric y Ramón Coch, Balaña, Oribe, Higueras, Font, Quílez y Jansá, para el inicio de los entrenos, la guinda del pastel llegaría la última semana de agosto, con la cesión por parte del Barça del delantero Javi García. Se firmó un subcampeonato y un ascenso en el play off a Segunda B.
Desde entonces las plantillas se han cerrado en agosto y en alguna temporada poco antes de sonar la campana del final del mercado. La secretaría técnica no ha caído en la vorágine de los fichajes ni de las pujas por fichas astronómicas. Ha prevalecido preservar el esqueleto del equipo y procurar mejorar en seis posiciones concretas.
Raúl Agné que tiene un perfil similar a Toni Seligrat pero con mayos experiencia y más dúctil a la hora de trabajar y variar los sistemas podría alinear el siguiente once con jugadores de la pasada campaña; Gonzi; Albarrán, Quintanilla, Pol Domingo, Joan Oriol; Ribelles, Javi Bonilla, Fullana; Pol Ballesteros, Pedro Martín y Fran Carbia.
Los seis fichajes realizados suman, mejoran el capital futbolístico de la plantilla y ayudan a aumentar el grado de competencia sobre el césped. Ahora faltaría un central sub23 para cerrar la lista.
Manu García (tercer portero sevillano en las dos últimas temporadas: Bernabé y Wilfred), ofrece garantía, experiencia y mando bajo los palos; Pedro Del Campo pone pausa y cerebro a la sala de máquinas; Buyla no solamente es músculo también dispone de criterio a pesar de su juventud; Roberto Simón propone velocidad en la banda y cierre defensivo; arriba dos torres gemelas, Pablo Fernández que aprovecha su altura para abrir espacios y Edgar Hernández que aporta experiencia, colocación y gran definición a puerta parada.
Y de los juveniles, que yo haya visto, mucha atención a Montalvo, Lorca y el extremo de la Pobla Koucha. Una plantilla hecha desde la mesura económica, sin saber si habrá ayudas televisivas ni federativas y que a pesar de tanta moderación económica la próxima temporada la SAD tendrá que ir a una nueva ampliación de capital superior al millón de euros.
PD.- Mi apuesta sobre la temporada 2022/23 es que de los 32 equipos de la 1ª División de la RFEF (no cuento a los ocho filiales) al menos cuatro habrán bajado persiana.
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