domingo, 23 de enero de 2022

 

El extremeño Elías Pérez fue el mejor en el partido frente a la Balona.


En el campo de la Línea el Nàstic compró todos los cartones para asegurar el Bingo y estuvo a un solo número de hacerlo, le falló el uno, el gol que le hubiese premiado con los tres puntos. En la tarde dominical en el Campo de Gibraltar sobró la presencia de alguien que no estaba invitado, el dios Eolo que desposeyó de todo tinte futbolístico a un partido que fue demasiado de ida y vuelta. Justo el martes se cumplirán nueve meses del último triunfo a domicilio (Villarreal B-Nàstic 1-2).

El Nàstic no está en situación más preocupante en la tabla porque es, de los cuarenta equipos de la categoría, el segundo menos goleado con 15 goles por detrás del Deportivo con 11. Los granates en tierras gaditanas cuajaron un buen partido ante un rival que no justificó su quinto puesto en la clasificación. Hubo solidez atrás, con un centro del campo muy práctico y que generó jugadas para que los delanteros rubricaran. El problema estuvo en la mala definición.

El bagaje final del partido con ocho ocasiones (tres a la madera) no ofrece duda de que si se tratara de un combate de boxeo, el Nàstic lo hubiera ganado ampliamente a los puntos.  Se hizo lo más difícil, desarticular el ataque blanquinegro y evitar dejar espacios en la frontal del área; en el medio campo se soltó el balón rápido y se pudieron organizar contras con peligro. Delante faltó mayor templanza a la hora de definir (Nacho Miras aparte), Nil y Dani Romera en dos ocasiones, Robert Simón en otro par y Del Campo, Pablo y Pedro en otras, tuvieron el gol en sus botas o en su cabeza, pero no hubo manera.

El equipo cierra la primera vuelta con 25 puntos a cinco del descenso (aunque por debajo hay siete partidos por recuperar) y a otros tantos del pay off.  Ahora toca ensamblar las nuevas piezas y encontrar la tecla para que haya más acierto en la definición. Miércoles el Andorra en el Nou Estadi y el domingo otro viaje a Andalucía para medirse al Betis chico; seis puntos vitales para el futuro del equipo.

PD.- Hoy se cumplen 50 años del último partido en la Avinguda Catalunya con un 4-3 frente al Girona en Tercera División, un encuentro que tuve la suerte de vivir en un baño de nostalgia y emoción.

1x1 Puntuación del 1 al 10

MANU GARCÍA (6): No fue demasiado exigido por la delantera rival; tuvo un par de dudas en la salida. 

ALBARRAN (6): Se le vio suelto, especialmente en las subidas por la banda. Lesionado a los doce minutos.

QUINTANILLA (6): Expeditivo, jugó práctico, en alguna acción se le vio algo lento. Notable por arriba.

AYTHAMI (7): Volvió a ser el del inicio de temporada; se hizo el dueño del área y no dio opción a los atacantes.

JOAN ORIOL (6): Menos implicado en el trabajo ofensivo porque ya estaba Nil; en defensa anduvo atento y anticipativo.

ELÍAS PÉREZ (7): Buen partido del extremeño poniendo orden en el centro del campo e intentando abrir espacios para los extremos.

DEL CAMPO (6): Tuvo una ocasión de oro que acabó en el palo; supo ordenar el juego con cabeza. Hubo fases que se le vio poco.

ROBERT SIMON (6): No apareció demasiado pero cuando lo hizo se notó, mando un balón a la cruceta.

NIL (5): Tuvo dos ocasiones de gol y en ambas eligió mal. Estuvo irregular durante el tiempo que permaneció en el césped.

PABLO FERNÁNDEZ (5): Trabajó y dio una gran asistencia que no acabó en la red pero no pudo fabricar ocasiones de gol.

DANI ROMERA (6): Otra acción de gol que no pudo rematar bien; movilidad y trabajo de ayuda en la presión.

POL DOMINGO (5): Sufrió en el lateral, le desbordaron en alguna jugada. Atacando estuvo impreciso.

FRAN CARBIA (5): Dispuso de poco tiempo y tuvo que variar la posición,  muy poco protagonismo.

PEDRO MARTÍN (5): Jugó diez minutos, enganchó un buen remate que Miras desvió a corner.


RAUL AGNE (6): Le faltó flexibilidad para mover antes el dibujo; debió correr más riesgos. Otro partido que desperdició dos cambios.


FERNANDO BUENO PRIETO (6): El madrileño pita su octava temporada (2ªB/1ªRFEF), aguantó bien las tarjetas, tal vez pitó demasiado pero no tuvo jugadas conflictivas.

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