No siempre la distancia más corta es la línea recta

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Esta fue la imagen del partido.

   Nadie podía imaginar hace unos días que el inicio de la Liga en el Nou Estadi tuviera un prólogo tan emotivo y lleno de rabia a la vez, como fue el minuto de silencio por las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, ni que tuviese un epílogo tan cruel como fue la derrota ante un buen Almería por 0-1 ante la mejor entrada de las últimas nueve temporadas 5.861 espectadores.

   Los encuentros de pretemporada suelen ser como los decorados de cartón-piedra que aparecen en las películas, no todo lo que el ojo humano ve en la pantalla es real o auténtico. Tocaba ante el Almería la primera representación y lo cierto es que los movimientos muy seguros durante los ensayos, el domingo comenzaron a titubear y cierto que se sabían el papel pero no le daban la dicción exigida para que el oído del espectador lo entendiera (como cuando a Belencoso o Mario Casas les graban con sonido directo en un filme y no te enteras de lo que dicen).

    Un profesor de matemáticas cierto día dejó caer en clase algo que me sorprendió, que no siempre la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, pero como vengo de la rama de letras no pretendo demostrarlo. Pero el ejemplo me sirve para certificar el segundo tiempo del partido. El Nàstic anduvo agobiado con el cronómetro y comenzó a patear balones desde la defensa al borde del área en un acto de limitación del razonamiento futbolístico y creando una sensación de frustración en  Manu Barreiro. Buscó la línea recta y se olvidó de las diagonales.

    Recapitulemos. El Nástic inició bien la contienda: presión, proyección por las bandas y robos continuados (vaya como en el metro en hora punta); pero fue un espejismo que duró veinte minutos. El equipo andaluz  con sello de autor (Ramis) combinó, apretó a los carriles locales y atrás Alcaraz se erigió en líder y arriba el trío: Fidel Chavez (por algo ha salido guerrillero), Caballero y Pozo lograron que la defensa grana acabara en un cortocircuito.  El Almeria tuvo más reposo y acierto, el Nàstic  más inquietud y desacierto.

   El gol en un fallo defensivo en cadena (un clon del pasado ejercicio), trajo de la mano la preocupación, la desorientación y en lugar de ligar la jugada y mover el balón se dedicó a hacer la típica jugada de Rugby: patada a seguir.  Las oportunidades aparecieron en ambas porterías cierto pero René i Dimitrievsky estuvieron soberbios, tal vez el balón al palo de Maikel si hubiese entrado casi nadie hubiese cuestionado la justicia del resultado.

   Que no cunda la preocupación, el Nàstic está en obras (que no durarán tanto como el Mercat Central) y confío en que Lluis Carreras sea un buen arquitecto. 

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKI  (8):  Fenomenal con cinco grandes intervenciones. Mal en la precipitación en poner el balón en juego y en largo.

KAKABADZE  (5): En misión ofensiva bien, pasando el balón y con un enorme disparo lejano. Defendiendo estuvo muy apurado.

SUZUKI  (5): Lento y con dudas, llegó tarde a algunos cortes. Problemas en el juego por alto.

J. JIMÉNEZ (7):  Grata sorpresa. El andaluz anduvo listo en el corte, profundizó por la banda y fue solidario con el equipo.

PERONE  (5): Mal, sin sitio en el primer tiempo, luego mejoró y ganó en protagonismo y seguridad.

TEJERA (6): Cumplió pero sin brillo, se enredó en alguna conducción y se le notó poco fresco mentalmente.

MAIKEL (6): Mejor cuando actuó por delante de Tejera, activo pero desafortunado en alguna jugada.

MOLINA (5): Partido espeso el del tarraconense, perdió balones en zona de peligro y se le vio insulso.

MUÑIZ  (5): Se le fueron algunas pelotas por driblar, a balón parado no estuvo preciso. Por momentos desapareció del partido.

DELGADO (6): Hizo alguna galopada por la banda pero a la hora de definir optó por el centro y no midió bien. En el segundo tiempo ausente.

MANU (7):  Desgaste enorme el del gallego, peinó y bajó balones y probó el disparo, estuvo desasistido.

S.EMANÁ (5): Puso músculo y fuerza, le pitaron cuatro faltas en ataque. Perdió el control de un balón en el área.

TETE (6): Pocos minutos pero se dejó ver. Se le vieron maneras.

A. BUSTOS (-): Minutos testimoniales.

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