El Euforiometro
Chupa-Chup, caramelo con palo.
España tradicionalmente ha sido país de grandes inventores: el submarino (Isaac Peral), el autogiro (De la Cierva), el TALGO -Tren Articulado Ligero GOicoechea (Alejandro Goicoechea), la fregona (Manuel Jalón) o el Chupa-Chup (Manuel Bernat). En estos tiempos bien estaría que surgiera algún avezado inventor que fuera capaz de crear el Corruptómetro (aparato capaz de medir el grado de corrupción de cada político) solamente en las sedes de Génova del PP y en la UGT de Sevilla se forraría. Pero como este no es un blog (de momento) de carácter político, hemos pensado en otro invento que sería muy práctico para disponer de él todos los clubes de fútbol: el Euforiómetro (aparato capaz de medir el grado de euforia de cada aficionado).
Lo imagino como uno de estos aparatos que en todos los CAP existen para medir la tensión arterial, con el manguito presionado en el antebrazo, bombeando el aire y que a través de una pantalla nos indicara el máximo y el mínimo. En el caso del Euforiómetro podríamos saber antes de cada partido como estaba el aficionado de eufórico y a la conclusión del partido si los grados de euforia han declinado.
Antes del encuentro contra el Reus, la euforia grana viendo las gradas con 10.700 espectadores del Nàstic y los 37 restantes de la capital de Prim estaría con hipertensión eufórica de 130/90, pero al concluir el partido muchos tal vez hubiesen bajado a mínimos 90/60, por qué?, pues porque la afición del Nàstic es muy exigente y antepone el buen juego al resultado, por tanto hubo descenso de euforia.
En una competición como la Liga (quien más puntos suma queda campeón, quien mejor juega no necesariamente no) la euforia en vena debería ir ligada a la clasificación y mientras el Nàstic siga de líder el Euforiómetro debería de romper registros. La euforia bien dosificada nos condujo en tres temporadas de Segunda B a Primera, y ahora nos puede devolver a una categoría que nunca debimos de perder. A mí como diabético la posición privilegiada del Nàstic me provoca un subidón de azúcar y a un consumo extra de insulina. 'Solo se nos recordará si ganamos, si no ganamos, todo ésto quedará como una anécdota' (Pep Guardiola)
PD.- Este articulo va dedicado a un médico y gran amigo, Josep María Vives Sendra.
________________________________________________________________________
Comentarios: