domingo, 15 de marzo de 2015


Un lema que suscribimos todos: La historia nos reclama'.

      Durante la semana los medios de comunicación del Camp de Tarragona (escritos, hablados, digitales y televisiones) hablaban del derby más igualado de todos los tiempos y que iba a estar adornado de una enorme pasión por parte de reusenses y tarraconenses. Era un intento de ser políticamente correctos pero la realidad iba a ser muy distinta (y lo intuía por la experiencia degustando partidos de este calado). Para lograr los 10.735 espectadores que acudieron al Nou Estadi, el Reus necesitaría jugar ocho partidos en su campo ; la gran marea rojinegra fue una pequeña ola, pues había más reusenses en el palco y antepalco que en la zona destinada a la afición visitante; y sobre el maltrecho césped la diferencia continuaría siendo enorme, siete ocasiones locales por una visitante. De los equipos que han desfilado por Tarragona hasta ahora, el Reus -a mí juicio, no estaría entre los tres mejores, antes pondría a Villarreal, Lleida y Hércules.

     Además Vicente Moreno tuvo la habilidad de llevar el partido al terreno que más le convenía después del 1-0, Nacho González mantuvo su esquema hasta el minuto 85 en que realizó su primer campo, al entrenador del Reus como le sucedió en el partido de ida la faltó arriesgar más, desprenderse del miedo a perder. Los locales ejercieron de anfitriones y de líderes. El Nàstic fue un armazón sólido, compacto y eficaz. 

     En el primer cuarto de hora el Nàstic mejor situado dispuso de cuatro ocasiones (gol inclusive) y demostró que es un equipo de pizarra y que dispone de un mecanismo defensivo tremendamente efectivo. El once de Moreno tiró de oficio, le cedió metros al rival y con dos líneas de cuatro hombres por detrás del balón dispuso de un muro que ríanse ustedes de la Muralla China. El Reus tocó mucho en el centro del campo pero adoleció de falta de profundidad.

     En el segundo tiempo, Moreno prescindió de Rayco con molestias, para seguir con su filosofía, aguantando y buscando las contra (encontró tres y una debería haber acabado con la expulsión de Semedo). Al final hubo justicia y ganó el equipo que más hizo por lograrlo, y por 51 años consecutivos la frustración reusense continuaba.  No fue un partido brillante, de calidad, pero fue un encuentro práctico y que cumplió su objetivo: los tres puntos para casa.

1x1 Puntuación del 1 al 10

REINA (7): Atento, provindencial en una parada. Pudo evitar su quinta amarilla.
XISCO C. (7): Marcó territorio en su zona. Contundente y con poderío físico.
POL (6): Algún problemilla en defensa, poca presencia en ataque. Le faltaron ayudas.
MARÍ (8): Inmenso. Otro gol y una demostración de buena colocación.
MOLINA (8): Siempre cumple juegue donde juegue. Suplente con vocación de titular.
MANOLO (6): Dominó el centro del campo, le sobró alguna alegría innecesaria.
ROCHA (7): Asistencia y buena concepción del fútbol. Estuvo un poco solo,
RAYCO (6): Medio tiempo, trabajó pero no generó ocasiones de gol.
MARCOS (6): Eligió mal en tres contras. Tuvo un gol en sus botas.
CRISTOBAL (8): Su mejor partido con el Nàstic, recupero balones y combinó bien.
XISCO M. (6): Le faltan minutos. Tuvo dos detalles de crack. Débil en defensa.
JEAN-LUC (6): Tuvo dos ocasiones que malogró, defendió poco.
LAGO (6): Hizo mejores labores de destrucción que de creación, el partido lo pedía,
AZKORRA (6): Taponó la salida de balón del Reus.

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