miércoles, 29 de junio de 2016

      




































Estamos en la era de la fabricación de mitos con pies de barro, santificamos la mediocridad, en deporte erigimos monumentos de humo con una enorme facilidad. A veces, demasiadas, empaquetamos a ídolos que lo fueron en el desván del olvido. Vivimos en el universo falso de las comparaciones, sobre todo en el fútbol.  Es evidente que el Nàstic la temporada que acaba ha dispuesto del jugador con mayor técnica individual y más filigranero de la historia Achille Emaná, pero ello nos obliga a hacer un ejercicio de memoria y recordar a alguien que siendo un mito del fútbol mundial, no logró triunfar en el equipo granate: Sebastián Humberto Viberti Irazoqui.

   La temporada 1973/74 el Nàstic anduvo coqueteando con el ascenso a Primera, en el último cuarto de liga no llegó un delantero que iba a ceder el Barça y el equipo se desinfló. En el verano posterior la junta directiva apostó por armar un equipo veterano y con experiencia en Primera, así llegaron Eladio, Zamora, Parés, Roldán, Cabrera (todos con los treinta cumplidos) y la guinda del pastel era el argentino Viberti que aterrizó con 31 años.

  El Nàstic le pagó a Viberti 4.500.000 pesetas, o sea más de una quinta parte del total del presupuesto de la temporada. El jugador de la Córdoba argentina había llegado a Málaga en 1969 con el equipo en Segunda, logró ascenderlo y jugar cuatro exquisitas temporadas en Primera sumando un total de 97 partidos convirtiéndose en el ídolo de todos los tiempos de la afición malacitana. En junio de 1974 un enfrentamiento con el entrenador Marcel Domingo le llevó a marchar de la capital malagueña y recalar en Tarragona. Tanto se le quiso en Málaga que una calle lleva su nombre.

  Viberti era un futbolista especial, caudillo del centro del campo escanciaba de buen fútbol la zona ancha, su juego era exquisito con un punto de rebeldía que acompañaba a su carácter.  De corte progresista tanto en el fútbol como en la vida tenía una enorme capacidad de liderazgo. Medía 1'90 y calzaba un 47 de pie. Fue seis veces internacional con Argentina. Su único defecto que se fumaba una cajetilla de tabaco diario, incluso en algún descanso de partido echaba un pitillo.

  Por que no triunfó en el Nàstic?.  En la pretemporada deslumbró con su fútbol pausado, sus impecables cambios de juego y su lectura de los partidos, pero la Segunda aquellos años era muy exigente, de demasiado contacto, brusquedades que aquellos colegiados eran incapaces de cortar, era un cementerio de elefantes para futbolistas en el ocaso de su carrera y el juego de Viberti se empequeñeció porque a su lado jugaba José Manuel Prieto de corte muy similar pedro más joven y ambos en el equipo eran incompatibles porque obligaban al pobre Company a duplicar su trabajo de contención.

  Al concluir la temporada con 31 partidos disputados y con un año de contrato rescindió, pero siguió viviendo algunos meses en el apartamento de Salou hasta que en diciembre marchó para jugar en el Belgrano argentino. Luego ejerció de técnico (devolvió al Málaga a Primera), pero en 1990 un infarto del que se recuperó le apartó de los banquillos. En 1998 comenzó a colaborar en el programa de la TV argentina Línea de 4. En noviembre de 2012 falleció. Viberti es considerado como em primer argentino que triunfó en el fútbol español y merece la pena recordar que vistió la camiseta granate durante una temporada.
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2 comentarios

Recordo veure jugar a Viberti al Nou Estadi en un Nastic que era un equip amb no gaire bon joc pero amb molta personalitat. Va ser un jugador diguem que "mediatic" en un moment en el que el futbol encara tenia que cambiar molt. Pels que a les hores encara erem canalla va representar tot un idol per que sortia als "cromus".

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Loa a los grandes jugadores como Viberti. Personalidad en el campo y genial persona fuera de el.

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