miércoles, 15 de junio de 2016

Moreno afronta una nova temporada carregada d’il•lusió
Los tres ejes del éxito: Emilio, Josep Maria y Vicente.

   Temporada cerrada. Ahora toca realizar una reflexión, una evaluación, diseccionar los acontecimientos para comprender el cenit deportivo que se ha vivido. Y quiero hacerlo con una trilogía, como George Lucas, analizando las tres patas del organigrama del Nàstic: el cuerpo técnico, la plantilla y la SAD.

   La primera entrega engloba todo el equipo que trabaja del rectángulo de juego hacia fuera. Pocos clubes pueden presumir de la buena sintonía del  binomio Emilio (Secretaría Técnica) y Vicente (entrenador). Ambos compartieron colores y escudo en dos etapas en el Xerez Deportivo, Viqueira de 1999 a 2001 y de 2007 a 2010, Moreno le profesó fidelidad eterna al conjunto gaditano y estuvo del 2000 hasta el 2011, sumando 390 partido de Liga (en el Nàstic seria el tercer jugador con más encuentros por detrás de Santi Coch y Bañeras).

    Ambos el valenciano y el gallego compartieron centro del campo y trabaron buena relación (dicen compañeros periodistas de Xerez que Vicente era más táctico y Emilio más técnico).  En noviembre del 2013 después de la sustitución de Santi Castillejo, desde PROMOESPORT se apostó por un técnico sin curriculum pero con trazos de futuro gran entrenador. Viqueira fue su gran aval más que por amistad por convencimiento en su desarrollo.

    Al principio le costó armonizar el equipo, pero hubo paciencia en la Secretaría Técnica y en el Consejo de Administración y comenzó a acumular récords: un solo partido perdido en la temporada en el Nou Estadi; once triunfos consecutivos en Liga; diecisiete partidos invicto de manera consecutiva; y un campeonato ganado en el césped y perdido en los despachos.

    En la siguiente temporada el equipo mejoró en el trato del balón, en la transición defensa-ataque, y los espectadores disfrutaron aún más, Can Nàstic se había convertido en la arcadia que glosaban los poetas griegos. Emilio le servía los jugadores y Vicente los exprimía a la mayoría. Otra vez campeones y ascenso con registros tremendos. La afición grana resucitó como un Lázaro, ejerciendo Vicente de mesías.

     Esta temporada Moreno subió un peldaño en su nivel, logró ejecutar con el Nàstic uno de los mejores fútbol de la categoría, no encajó dos derrotas seguidas en la Liga y casi siempre dispuso al equipo en los lugares nobles de la clasificación. Ha sabido conjuntar a un japonés, un gabonés, un georgiano, un israelí, un mexicano, un camerunés y un marfileño con los futbolistas de casa.

    La sociedad Emilio Viqueira & Vicente Moreno, amortiza bien, podría cotizar en bolsa porque seguro que daría beneficios. La clave del éxito de las tres últimas temporadas radica ahí en el buen rollo; el gallego es discreto, infatigable trabajador, coherente y constante; el valenciano es un tipo fiel a los proyectos, perseverante en su línea de entender el fútbol, exigente, a veces sorprendente con las alineaciones y muy educado. También una parte del éxito lo han de compartir Nano (su futuro está en el Getafe) y el preparador físico Raul López (para mi el Nàstic ha sido el mejor equipo físico de la Liga Adelante).

   La sociedad ilimitada sigue lo que significa una buena señal de futuro. Además los dos únicos ascensos a Primera del Nàstic han venido precedidos de dos temporadas en Segunda...lo cogen.
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