sábado, 24 de diciembre de 2016

 Resultado de imagen de postales de navidad tristes
La marcha de Vicente Moreno me entristece...

     La celebración de las fiestas navideñas no saben de término medio o agradan o desagradan. En muchos hogares por estas fechas la alegría es el denominador común, en otros, menos, predominará la tristeza por la ausencia de algunos seres queridos, por enfermedades o por la falta de empleo. En el comedor de Vicente Moreno habrá desencanto, amargura y cierta impotencia.  Desde el 6 de noviembre de 2013 hasta el 24 de diciembre de 2016 han transcurrido 1.144 días durante los cuales Vicente Moreno Peris ha sido el propietario del banquillo grana.

      El técnico de Masanasa se va dejando honda huella en la historia del Nàstic, a sus 42 años se marcha con este impresionante currículum en Liga habiendo dirigido 137 partidos con 62 victorias,  44 empates y 31 derrotas, anotando 178 goles y encajando 133. En el ránquing de entrenadores granates, Vicente ocupa la cuarta posición por detrás de Pepe Nogués, Enrique Bescós y Antonio Jaurrieta, pero es el primero en sumar todos los partidos de manera consecutiva.

     Su marcha sorprende e impacta y a nivel personal me duele y la siento injusta. Moreno ha sido honesto hasta en su último servicio al Nàstic, se va porque se ve incapaz de sacar adelante una temporada que nació bastarda desde que comenzaron a dar las primeras bajas. Al sustituto, Juan Merino le conoce Moreno del Xerez donde fue su segundo. Cuando Vicente se despida de la plantilla me temo que alguno de sus pupilos no pueda mirarle a los ojos porque hay un grupo de jugadores que no  han correspondido a la confianza que les otorgó.

     Entristece leer en las redes sociales a bastantes depredadores que arremeten contra un míster que devolvió la ilusión a la gran familia grana, que nos obsequió con un fútbol cinco estrellas para la categoría en que se jugaba y que se apoyó en un equipo que formaba una excelente piña y que por extrañas circunstancias se fue resquebrajando. 

      La presión le pudo al valenciano, la presión y una plantilla con pocos recursos, de limitada experiencia y de una enorme debilidad mental. Sin tratarle en profundidad me pareció un entrenador meticuloso, hábil en los planteamientos, listo en el trabajo a balón parado y tal vez a veces errante en las sustituciones. Como persona de diez, educado, aceptaba las críticas con naturalidad y siempre salía en defensa de sus jugadores...bueno menos al final que no los podría defender ni Perry Mason. Suerte Vicente Moreno, Tarragona y el Nàstic ya son tu casa para siempre, y aunque a algunos les pese este club siempre estará en deuda contigo. 
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