miércoles, 28 de diciembre de 2016


Emilo Viqueira, Josep María Andreu y Vicente Moreno, el tridente del éxito se rompe.

  Hoy se despedía uno de los mejores entrenadores de la centenaria historia del fútbol del Nàstic. He tenido la oportunidad de conocer a 36 entrenadores por mi oficio de periodista y les puedo asegurar que un técnico de la talla humana y profesional de Vicente Moreno ha habido pocos, podría contarlos con los dedos de una mano y me sobraría alguno.  Hubo lágrimas en la despedida y particularmente siento impotencia, porque el valenciano no se merecía marcharse así.  Si a un prestigioso director de orquesta le ofrecen dar un concierto con malos solistas, posiblemente fracase en aquel concierto pero seguirá siendo un gran director.

    Esta temporada a Moreno le configuraron una plantilla de perfil bajo, le dieron gato por liebre. Sería como si hubiesen ido a fichar a un todo a cien en lugar de hacerlo a un comercio de marca, de calidad. El Nàstic en seis meses ha pasado del cielo a los infiernos; de dormir alguna jornada en ascenso directo a Primera a descansar en los habitáculos del descenso a Segunda B. Y Vicente jamás tuvo una palabra de agravio hacia quienes le habían puesto en el brete de hacer milagros. No pudo multiplicar panes y peces o convertir el agua en vino.

     Se va como un caballero, con la dignidad por bandera y con la cabeza bien alta. Si Emaná no llega a fallar el penalti frente al Leganés, quizás ahora estaríamos luchando por no bajar a la Liga 1,2,3. Analizando la situación creo que en las últimas jornadas ha existido una falta de confianza mutua entre jugadores y cuerpo técnico. Supongo que algunos futbolistas no podrán mirarle a los ojos ahora que se marcha porque ellos han sido los culpables de la situación en que se encuentra el equipo. Vicente deja el listón muy alto: cuarto entrenador con más partidos en el banquillo grana y segundo con 137 partidos seguidos por detrás de Pepe Nogués.

    El marrón pasará ahora a Juan Merino el técnico con el que debutó como segundo míster en el Xerez. La decisión, para mi, es controvertida, discutible y descorazonadora. Hay tiempo para enmendar los errores?, quedan jornadas para reconvertir la situación tan negativa?, con los seis refuerzos del mercado invernal no hubiese dispuesto de espacio para salvar al equipo?. Puedo asegurar que es la primera vez que veo como se marcha un entrenador a media temporada y existe unanimidad en valorar su trabajo y en discutir su adiós.

  Vicente sabe que Tarragona será su segunda ciudad y que el Nàstic un club que sabrá valorar su dedicación, su entrega y su HONESTIDAD en mayúsculas. Solo resta decirle en estos días en que La, guerra de las galaxias ha recobrado actualidad por la muerte de Carrie Fisher, la princesa Leia: ¡Que la suerte te acompañe¡.
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