sábado, 17 de diciembre de 2016

Once inicial del Nàstic con siete jugadores extranjeros

      Si Ramón María del Valle Inclán, padre del esperpento, levantara la cabeza y viera el partido de Montilivi seguro que le daba ideas para el argumento de alguna de sus obras. Se repitió la esencia del desarrollo del partido de la jornada anterior. Buen fútbol, ocasiones (en Girona cristalizadas dos a balón parado), defensa atenta (menos en el gol donde Gerard estaba mirando las musarañas y no es la primera vez), Uche y Jean-Luc muy activos llevando de cabeza a la defensa de Machín. E incluso Delgado se atrevió en cuentagotas, eso si, provocó el penalti y una conducción vertical. 

      El verdadero esperpento se produjo en la segunda parte (amén del fallo de Valentín en el primer gol local), la defensa de tres se resquebrajó, el centro del campo se lo tragó la riada de juego gerundense y arriba comienzaron unas vacaciones anticipadas. Luego vino el error de Suzuki en el segundo y tercer gol, la cantada de Dimitriesvki en el cuarto, y para adobarlo la expulsión por roja directa de Delgado y la doble a Emaná. Todo tan grotesco que provocó que los aficionados se sulfurasen al pasar de el 1-2 al 4-2 en media hora.

      Para el Nàstic no corren buenos tiempos para la lírica como cantaban en los ochenta Golpes Bajos.  Los de Vicente Moreno en las segundas partes son como un bloque de mantequilla y el contrario un cuchillo. Lo de la mantequilla me lo trajo a la memoria las declaraciones de Bertolucci sobre la famosa escena del Último Tango en París entre Brando y la Schenider en que por lo visto (primero en Perpignan y luego por estos lares) hubo violación. Pero volviendo al Nàstic ha de apresurarse a cambiar la margarina por la consistencia del turrón duro.

     Dejando de lado las veleidades que acaecen en cada partido y que a veces pueden decantar el marcador hacia uno u otro lado, el equipo transita por el encuentro con la intensidad muy acelerada o a velocidad de crucero, no sabe encontrar el término medio. Ni las grietas defensivas, ni la desconexión en el centro del campo, ni la incapacidad de generar ocasiones de gol (los dos fueron a balón parado) pueden aparecer como una norma de vuelta del vestuario. Y lo que al final vale es el resultado, todo lo positivo del primer período (mucho) quedó olvidado por el esperpento de la segunda parte. 

    El 8 de enero vuelve la liga, la visita del Tenerife (se supone que por lo menos habrá ya cinco refuerzos) será la última revalida (y esta no la quita el gobierno) para Vicente Moreno, nos guste o no. Es la ley del fútbol.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKY (3): Pudo hacer más en el tercer gol pues dudó y se tragó el cuarto. Poca coordinación con la defensa.
GERARD (3): Otro craso error en la marca que propició el empate. Demasiados fallos defensivo en la temporada. Subió con peligro.
GINER (4): Sufrió mucho en defensa al jugar muy adelantado. En ataque tuvo más luces. Se le notó incómodo.
SUZUKI (3): Mal. Flojo en la marca, superado por arriba. Se vio obligado a realizar demasiadas faltas.
DJETEI (7): El mejor en defensa, sin fisuras y con buena lectura de la anticipación. Al final se contagió de la inseguridad.
MOLINA (5): Le pillaron la espalda en un par de jugadas. Hizo un partido práctico, pero la segunda parte se deshinchó.
TEJERA (5): Anotó de falta, peleó en la zona ancha y se jugó la roja. Fue incapaz de poner orden en el centro del campo.
MADINDA (4): Comenzó bien con presencia, pero fue menguando hasta acabar desaparecido.
DELGADO (5): Provocó el penalti e hizo un par de buenas acciones, todo lo echó por la borda al llamar sinvergüenza al colegiado. Y roja.
JEAN-LUC (8): Sin duda el único que mostró regularidad, puso ingenio, velocidad y eficacia sobre el césped, pero sin acompañamiento.
UCHE (6): Un gran primer tiempo con gol incluido, pero en la segunda parte estuvo lento y alejado del área.
CORDERO (3): Mal, no supo coger la manija del partido. Aportó muy poco y se le vio lejos de su mejor forma.
EMANÁ (0): Salió, no la tocó y encima se expulsó. Como para no ponerle más.
ALEX (-): Salió tarde. Solamente cinco minutos, para eso mejor no utilizarle.
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