domingo, 19 de febrero de 2017

Miguel Ángel Cordero fue el verdadero héroe. 
 Con lo vivido hoy resulta obligado iniciar la crónica con una jaculatoria: Cordero de Dios que quitas los males del Nàstic tráenos la paz. Sí, porque si no es por el jugador lebrijano posiblemente el titular sería RIP (Réquiem in Pace).  Y si la ciudad sevillana la conocíamos hasta ahora por el maravilloso cantaor Juan Peña El Lebrijano (fallecido el pasado año) o la irrupción del Teatro Estudio Lebrijano, verdadero azote del franquismo en los años sesenta, a partir del sábado añadiremos a Miguel Angel Cordero porque su gol resucitó al equipo y regalo una dosis doble de optimismo.

  Ondeaba la sorpresa al inicio. He de confesar que no entendí la propuesta de salida de Juan Merino y por tanto no bendije la alineación. En el primer tiempo pareció darnos la razón porque la pizarra del verde tapiz era un mosaico de jugadores desplazados de sus puestos naturales y con una incapacidad manifiesta para armar un fútbol rápido, sincronizado y que pudiera sorprender al rival. Los nervios sobre el césped pronto se trasladaron a las gradas y al descanso el Nàstic olía a naftalina entre los murmullos de los aficionados. 

 Reanudado el partido el Nàstic salió con el chip cambiado; le puso una marcha más al partido, intensificó  la presión, buscó las diagonales y por fin se acordó de las bandas, y precisamente por la diestra vino la jugada clave del partido penetración de Lobato, centro y cabezazo mesurado de Cordero. 

   Determinante gol que era un diamante en bruto y a los granates les quedaba todo un mundo para tallarlo y darle el valor preciso.  A partir de ahí el Nàstic se agigantó pudo o supo controlar el partido, por unos instantes dio un paso atrás pero rectificó y puso ahínco para cerrar el resultado, lo hizo Tejera en la frontera del descuento. 

  El equipo de Merino domesticó al Numancia en la segunda parte, le cortó las zarpas y con la mala experiencia del partido ante el Alcorcón, los locales chaparon la puerta y supieron conservar el botín. La pregunta que flotó en el aire al concluir el partido fue, cómo se puede jugar tan horrorosamente mal en el primer tiempo y tan bien y con tanto empeño en la segunda parte?. Si alguien sabe la respuesta que me la mande.

  Redonda tarde del sábado en la que se reivindicaron, en el segundo período, futbolistas como Lobato, Mossa, Madinda y Cordero, acompañado por unos resultados que acompañaron al cien por cien. Las sensaciones finales fueron muy positivas y se evidenció una jornada más lo voluble que puede volverse un partido de fútbol.

  O sea, es preferible jugar mal y ganar que trenzar un fútbol de quilates y no ganar. Siguiente estación domingo en La Romareda.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

REINA (5): Nervioso, dudó en los balones prolongados. El Numancia le inquietó poco, pecó del pase largo impreciso.
LOBATO (7): En el primer tiempo desaparecido, en la segunda parte animó la banda derecha, asistió en el gol y defendió con orgullo.
SUZUKI (6): Pasó apuros cuando cayó en el lateral, por el centro estuvo sereno y no se dejó intimidar.
IAGO (5): Rifó muchos balones al jugarlos en largo, problemas en las contras. Le faltó aplomo.
MOSSA (7): Acertadísimo en misión defensiva, se proyectó de manera incansable en ataque. Dio buenos centros.
LUISMI (9): Excelente como central y magistral cuando pasó al centro. Visión de juego incluso en la primera parte. Fundamental en el equipo.
MADINDA (7): Se esforzó, supo oxigenar el fútbol y combinó con criterio. Ejerció buena labor de contención.
TEJERA (7): Otro que supo sacar la cabeza en el primer tiempo, luego templó el juego, le puso garra y un buen gol que cerró el partido.
DELGADO (5): Otro flojo partido del chileno con un par de detalles en la segunda parte resulta un pobre balance.
CORDERO (8): Estuvo hiperactivo, dispuso de más velocidad y fue vertical en el cabezazo del gol y el tiro al travesaño. Reencontrado.
EMANÁ (6): Engarzó dos jugadas con marchamo de gol, algo impreciso en el pase y estático en alguna acción.
MANU B. (5): Frío, entro poco en el partido y estuvo parco en creación de peligro. Precisa confianza.
ALEX (6): Pocos minutos pero ofreció movilidad, lucha y desmarque. El equipo le precisa.
DJETEI (7): Su salida sirvió para fortificar la defensa, anticipación, poderío y buena colocación.
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