viernes, 8 de septiembre de 2017

Maikel tuvo el empate en sus botas pero equivocó la pierna al chutar.
  
   Vuelven a correr malos tiempos para la lírica en can Nàstic. En el Ramón de Carranza muchos creíamos que Lluis Carreras marcaría el camino del éxito y en cambio señaló su camino al cadalso porque la cabeza del entrenador de San Pol de Mar ya tiene precio. Su once inicial volvió a desconcertar a los aficionados pero no al rival que supo tener paciencia.

       Optó por una defensa de cinco con tres centrales (cuando la hacía Juan Merino algunos lo ponían en el paredón) y el Cádiz chutó en quince ocasiones, las murallas no siempre son efectivas. El centro del campo no conectó porque no hubo nadie, absolutamente nadie que pudiera distribuir el balón. Arriba (algo pasa con Manu?) sin referente porque Delgado es el futbolista-holograma que lo ves pero no lo tocas y Uche es un jugador encerrado en si mismo. 

       En el primer tiempo los amarillos achucharon pero la defensa tarraconense logró amainar el temporal y la respuesta del Nàstic la tuvo Maikel pero equivocó el pie a la hora de definir. Los granas no asumieron un fútbol compacto y de toque salvo un ratito cuando se enchufaron o encontraron la cobertura (la wifi futbolistica). En el descanso pensabas Sant Magí déjanos como estamos con el empate, por favor, porque marcar un gol entraba en terrenos de la utopía.

      El desastre táctico, de sistema, posicional y de cambio de piezas llegó en la segunda parte. El gol producto de la pasividad defensiva después de que Dimitrievski y el travesaño escupieran el balón hizo desaparecer al equipo, se esfumó por arte de magia como aquellos trucos del gran Houdini. Silvestre deambuló sobre el césped y facilitó el segundo gol de su exequipo (empiezo a entender la cláusula de rescisión de su contrato por bajo rendimiento) y Lluis no tuvo cintura para romper la defensa de cinco y darle aire al centro del campo. No hubo permutas, se basculó poco y las ideas se quedaron en el vestuario.

    Demasiadas dudas acumula el entrenador, vaya que si Carreras fuera domador de circo los leones ya se lo habrían zampado. Realmente que es lo que sucede en las entrañas del equipo: la pretemporada fue un espejismo?; hay mal rollo entre la dirección deportiva y el entrenador?; cuando explica los movimientos del equipo sobre el césped los jugadores llevan los cascos puestos?, o los titubeos en la confección del once inicial son porque duda de cómo jugar?.

   Hay que tomar soluciones, cuáles?, el Consell y la dirección deportiva deberían saberlas pero la afición ya ha entrado en una fase inicial de desencanto y depresión. Como dice Joan Manuel Serrat, hoy puede ser un gran día, imposible de recuperar, un ejemplo único, no lo dejes escapar.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKI  (7): Seguro repelió el disparo del gol en primera instancia, luego varias intervenciones de calidad.
KAKABADZE  (5): Se prodigó poco en ataque pero lo hizo bien; con problemas a la hora de cerrar espacios, le cuesta.
PERONE (5): Cumplió en el papel de muralla pero debió jugar más el balón y arrancar las jugadas. Al final se descompuso.
BLANCO (5): Cometió la falta del primer gol, posee calidad para jugar mejor la pelota y arriesgar en los pases. Se le vio apocado.
SUZUKI (5): Aceptable en su papel de secante, demasiado estático en la línea defensiva habiendo cinco hombres.
JAVI JIMENEZ (7): Otra vez el mejor. Defendió, atacó y profundizó por la banda. Brilló en un Nàstic muy gris. Además marcó al mejor jugador local.
MOLINA (4): No estuvo bien.  Cortó balones, puso ganas pero fue incapaz de combinar y sacar el balón jugado. En el segundo tiempo desaparecido.
MAIKEL (6):  Poca presencia. Tuvo el gol y lo desperdició. Detalles de buen futbolista pero sin continuidad.
SILVESTRE (2): Porqué jugó?. Completamente inadvertido, su error propició el segundo gol gaditano. Desesperante.
DELGADO (1): Tiene alguna cláusula por la que haya de jugar siempre?. Una rémora para el equipo. Nada de nada. 
UCHE (2): Estuvo algo activo los primeros veinte minutos, el resto de partido inoperante, desvaído y ausente.
MUÑIZ (2): Elegido para organizar pero se incrustó en el medio campo propio, sin ideas y muy perdido.
MANU (5): Salió a contrapelo, tuvo una clara y la malogró. Debe estar un poco desconcertado con el papel que le asignan.
OMAR (2): Empecinado en driblar y encerrarse en la banda, verdad que le faltó apoyo.  Poca movilidad.
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