sábado, 17 de noviembre de 2018

Barreiro fue el Robinson Crusoe del Nàstic en la Rosaleda.


En los años ochenta apareció por el único canal de televisión existente, la Uno, un curioso espacio llamado El libro gordo de Petete donde una presentadora (modelo y guapa por supuesto) dialogaba con un muñeco (un pingüino) al que le hacía preguntas de todo tipo y él las contestaba, fue una especie de Wikipedia ochentera. Enrique Martín también tiene su libro que con el paso de las jornadas (si llega hasta el final, Dios lo quiera) irá engordando. La cuestión que deduzco después de ver la calamidad de la Rosaleda es que los futbolistas, pues que no están por el hábito de la lectura y que a lo sumo tres de los titulares habían ojeado el libro.

La idea del técnico navarro de buscar un leit motiv (el ático en Pamplona o el 747 en Albacete) puede funcionar pero lo que ocurre es que el nivel técnico de la plantilla (o una gran parte de ella) no llegaría al aprobado ni en el examen de recuperación de setiembre que por cierto ahora pretenden anular. No es cuestión de números en las variantes del sistema, es de calidad de jugadores. Ni más ni menos.

El equipo permanece en un alarmante declive, no soluciona ni la abrumante precipitación, ni la poca concentración a balón parado, ni el guardar un equilibrio posicional durante el partido, ni el concepto de que el futbol tiende a ser un juego colectivo y más en la Liga 1,2,3. La radiografía del equipo es muy simple: un portero que no sale, una defensa lenta de reflejos, un centro del campo inocuo y una delantera abonada al divorcio con el gol. Ya puede venir Von Karajan que la orquesta le seguirá desafinando.

Los jugadores del Málaga jugaban con un imán en las botas porque siempre se les pegaba el balón y volvían locos a los granates. Tete dio gratuidad a la autopista que montó por su carril, Mejías driblaba en zona minada, Dumitru por no saber ni supo colocarse las espinilleras, Manu del Moral se convirtió en espectador y el debutante Viti, bastante hizo con no perder la compostura.

Durante algunos minutos el Nàstic olió el aroma del área malagueña, pero sin poder entrar en la cocina. Los números de posesión, de saques de esquina, de pases fallados...son demasiado sonrojantes para los tarraconenses para que la ilusión nos ilumine y no pensemos en el averno que nos espera. 

No se si el hilo de esperanza del que hablaba el miércoles se ha roto o está a punto de romperse; o se traen ahora cinco jugadores (sin que Arnal Llibert opine) o el equipo está de cúbito supino esperando el ataúd. Me guardo, hasta la última jornada del 2018, el alea iacta est.

Puntuaciones del 1 al 10

BECERRA (4): En los dos goles el balón se pasea por el área chica a pesar de que quienes rematan están sin marca. No trasmite seguridad.
DJETEI (4): Mejoró con partidos anteriores y sacó el balón con criterio pero falló en el segundo gol por desatención.
ALBENTOSA (6): Fue de lo más confiable en la retaguardia, debería de mandar más a sus compañeros, tiene galones para hacerlo.
MEJÍAS (2): Inconcebible los errores infantiles que comete y que cuestan goles, se empecina en jugar el balón en tierra peligrosa. Está muy verde.
TETE (0): Se autoexpulsó, la buena noticia es que no podrá jugar el sábado. Horroroso todo el partido desbordado y sin una sola jugada.
BRUGUÉ (4):  Muchos problemas por su banda, lo intentó en ataque pero estuvo oscurecido y previsible.
ROCHA (6): De los pocos que se salvó, dio la cara, intentó filtrar el juego cuando el rival lo permitió y se vació.
VITI (6): Debutante, salvó un gol en un despiste de portero y zaga granate. En el medio campo se vio poco pero le puso voluntad.
MANU del MORAL (1): No existió, ni bajó a buscar el balón ni a recibir. Pudo realizar una labor más de contención para ayudar el equipo.
DUMITRU (0): El número de las espinilleras debería costarle una sanción del club, perdió más balones que controló. Ni se molestó en ayudar en defensa.
MANU BARREIRO (6): Sólo, abandonado por sus compañeros cuando tuvo el balón lo probó. Difícil jugar en esas circunstancias.
ABELEDO (1): Se que estuvo en el partido porque vi el cartel del cambio pero en el césped no apareció.
JAVI JIMÉNEZ (2): Sigue con la empanada del lunes, perdió dos balones que generaron peligro; falto de confianza.
LUIS SUÁREZ (5): Salió tarde por el problema de las fichas del filial, puso unos gramos de velocidad en la banda.

QUIQUE MARTÍN (5): Esta página del libro se la aprobamos porque tampoco tenía mucho donde elegir. Me decepcionará sino pide al menos cuatro refuerzos para intentar frenar la hemorragia de puntos regalados.
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