Pasión grana (Felices Fiestas)
Imagen del belén viviente de Buitrago de Loyoza en la comunidad de Madrid.
Dijo en cierta ocasión Jorge Valdano, 'un individuo puede cambiar de residencia, de trabajo, de vehículo, de esposa, de partido político e incluso de religión, pero jamás renegará de su primer equipo de futbol'. Comparto plenamente la reflexión del erudito futbolista argentino. Sería con seis años cuando tomé contacto, de la mano de mi padre, con el Nàstic y desde entonces la llama de mi pasión sigue ardiendo; es un matrimonio indisoluble hasta que la muerte nos separe. Tener un escudo marcado en tu corazón significa risa en las alegrías, llanto en la tristeza; disfrutar de los triunfos y sufrir en las derrotas.
El destino quiso que mi profesión fuera la de periodista deportivo y desde aquel preciso instante mi relación con el Nàstic comenzó a dirimir un enconado combate entre lo que me dictaba la cabeza y lo que me pedía el corazón. Que nadie les engañe, no existe el periodista aséptico, neutral, que no simpatice con un club, que no sea seguidor de un equipo. Echen un vistazo a los firmantes de artículos en Marca, As, Mundo Deportivo o Sport, a todos se les puede distinguir los colores de su camiseta a través de sus opiniones. Luego viene el criterio, el análisis, la reflexión para emitir un juicio sólido.
En provincias parece como si los periodistas tuviésemos la obligación ser más objetivos, mas ecuánimes, mas imparciales y olvidarnos del sentimiento para con tu equipo. Y digo esto para reflexionar sobre el papel que el periodista debe de ejercer con la crítica al equipo de 'su' localidad. Ha de reñir desde el amor, el cariño, como haría un padre con su hijo.
En este annus horribilis del Nàstic (la semana próxima le dedicaremos un post al 2019) me ha dolido haber de andar dando estopa a un equipo ingrávido, amojamado, cobarde, mercenario y de poca calidad en la Segunda División. Pero es que el esperpento ha seguido en el último tercio del año en la competición un peldaño por detrás, la Segunda B.
El periodista debe de guardar unas formas (no ir al estadi con una camiseta o bufanda de su equipo, ni faltar el respeto del contrario...) pero a la hora de retratar la realidad puede que lo haga con crudeza, sin paños calientes pero su objetivo siempre tendría que ser de que los errores se corrijan y las heridas puedan cerrarse. Para mi el haber vivido este año que se nois va solamente 6 triunfos en casa de 20 partidos de Liga ma ha producido una enorme desazón, un monumental cabreo y una clamorosa rabia que luego he procurado reconducir al ponerme ante el ordenador. Antes de empezar suelo contar hasta diez...pero en 2019 he llegado a contar hasta cien.
Bueno amigos, todo esto pienso que ha sido una excusa para poder agradeceros vuestra fidelidad al blog (ya superamos lo 565.000 visitantes) y desearos una feliz Navidad y que 2020 nos sea leve en lo personal y en lo futbolístico. Salud¡
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