El futbol mudo
Diego Armando Maradona Franco, descanse en paz a los 60 años.
Estaba enhebrando el tema de la semana en el blog, con titular incluido, donde iba a analizar lo frío y distante que resulta el futbol en silencio, mudo, con las gradas desérticas y veintidós jugadores sobre el césped, casi invisibles, desgarrándose para sumar los tres puntos, cuando de repente saltó la melodía en el grupo de periodistas de RNE de WhatsApp anunciando la muerte del número uno del futbol Diego Armando Maradona. Un genio del balón.
Fíjense que casualidad, el titular me sirve, es ambivalente; porque en estos momentos el mundo del futbol está mudo, petrificado por la muerte de uno de los tres mejores futbolistas de la historia (Pelé, Maradona, Messi), a pesar de que su convulsiva vida ya hiciera prever el trágico desenlace.
Se ha ido el 'pelusa' mientras las gradas continuarán vacías por la pandemia, mudas de ánimo, huérfanas de aliento y empuje. El cariño al equipo habrá que continuar transmitiéndolo desde la distancia, igual que el recuerdo que guardaremos de un futbolista capaz de evangelizar a sus fanáticos, de enervar a sus rivales y de engatusar a sus incondicionales con una mano pegada a la cabeza.
Hay un hecho, muy poco conocido, que une al Nàstic con Diego Armando Maradona, lo recordamos. Fue un miércoles 19 de diciembre de 1979, en el Camp Nou, a las seis de la tarde se disputó el partido de vuelta de la Copa del Rey entre el Barça Atlètic y el Nàstic, en el partido de ida un gol de Emilio de penalti puso a los granates con ventaja, en la vuelta no se movió el marcador; se jugó en el Camp Nou porque el Mini Estadi aún no existía (se inauguró en 1982 y se demolió en 2019). Después del partico copero se disputó un encuentro amistoso entre el Barça y el Argentinos Junior equipo en el que militaba Diego Armando Maradona.
Fue un encuentro soso, poco vistoso pero si recuerdo un doble caño de Diego al defensa De la Cruz y un avance del diez driblando a tres o cuatro jugadores del Barça. La portería blaugrana la ocupó Vicente Amigó recientemente fichado del Nàstic. El partido fue una petición del presidente Josep Lluis Núñez que quería ver in situ a un Maradona con apenas diecinueve años cumplidos.
Al término del encuentro pude entrevistar a Diego quien manifestó que cuando viniera a Europa a jugar querría hacerlo en el Barcelona. A su lado estaba su amigo y protector Carlos Carrizo, defensa de Argentinos Junior que no le dejaba ni un instante. El trato de Maradona fue exquisito, parco en palabras pero todo amabilidad. Tres años después el primer dios argentino ficharía por el Barça...veinte años después llegaría el segundo el MESSIas.
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