miércoles, 11 de noviembre de 2020


El futbol COVID19 ha cambiado objetivos y ha obligado  a los clubes a jugar con la espada de Damocles sobre su cabeza.

Valga este verso de Miguel Hernández, ahora que se cumplen los 110 años de su nacimiento en Orihuela, para utilizarlo como metáfora del juego del Nàstic en este inicio de competición.  De hecho barajé otro título para encabezar el comentario, Si están los mimbres, para cuando el cesto; ambos serían válidos para analizar porque a un Ferrari le falla la puesta a punto y los Fiat, Skoda o Citroën le avanzan por la autopista.

Árbitros al margen, el error humano siempre existirá aunque a mi juicio invariablemente creo que se produce de manera involuntaria, el equipo claudica por yerros propios, por desajustes personales, por distracciones imperdonables y decisiones erróneas. Veamos, Wilfred (Barça B), Albarrán (Llagostera) y Trilles (El Prat), cometen imprecisiones que provocan la pérdida de tres puntos y la eliminación de la Copa RFEF. 

Escribí y lo sigo suscribiendo que el Nàstic posee una plantilla que estaría en el Top Ten de las mejores de Segunda B y además con una mayor experiencia y mas equilibrio de posiciones. Además esta temporada con la posibilidad de los cinco cambios le abre un abanico de posibilidades que le aumenta su cotización. Sobre el césped, hasta ahora, los grans han jugado a borbotones, a latigazos, con altibajos pero sin una continuidad exigible para obtener el premio de apuntarse a uno de los tres puestos de honor de la primera fase.

El Nàstic, visto desde fuera, se asemeja a un equipo temeroso, cauto, muy precavido, arriesga lo justo y cuando obtiene una mínima renta en ligar de matar el partido retrocede en exceso y provoca el asedio del rival encerrado en su área. No toma riesgos y para ganar hay que ser valiente, como dijo el poeta más vale una gota de valentía que todo un océano cobarde.

Toni Seligrat posee una filosofía futbolística de corte defensivo que difícilmente podrá modificar a estas alturas; son tiempos de variar el conservadurismo por el progresismo; una liga corta y exigente requiere de certezas y de saber eludir escollos e incertidumbres. Todo se resume en encontrar la hegemonía del colectivo, del juego y sobre todo de la audacia y la osadía.

Es un tema de gestión del sistema, armar un once de perfil ofensivo con polivalencia para defender, pero que desde el inicio del partido se sea intrépido, descarado y atrevido. Hay que intimidar al rival y demostrar sobre el césped la superioridad (al menos con el montante económica) de una plantilla perfilada para el triunfo y el éxito. 

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2 comentarios

Sempre es poden fer diverses lectores dels partits i resultats. Per a mí no es podia fer més en els camps de Llagostera i Prat. Són camps on l'atreviment té poc rèdit perquè no es pot jugar a futbol de forma gaire diferent a com ho va fer el Nàstic, per mi el plantejament va ser el correcte. En canvi amb Barça B ens vam deixar dominar massa amb un equip amb molta qualitat, encara que això permetia sortir a l'equip amb perill, hi va haver fins 4 contraatacs que el Barça va haver de tallar amb falta i a més l'equip no va patir. Contra el Badalona es va contemporitzar massa els primers 70 minuts i després quan ja estaven madurs i fatigats se'ls va posar setge i vam ser superiors.

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En definitiva, crec que tenim un bon equip en una lliga molt igualada i que encara que es pot posar un puntet més d'ambició, la llei en aquesta categoria és que qui comet un error perd. Contra l'Andorra es preveu un partit molt igualat i de molt respecte on l'empat no seria estrany

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