Del rosa al amarillo

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 Cartel de la película de Summers.

  

      El título del post de hoy es un guiño a la película de Manolo Summers estrenada en 1963 en la que nos cuenta dos historias de amor de amplia equidistancia, la primera de dos niños de trece años, la segunda de dos ancianos que viven en un asilo. El amor (el mismo concepto) visto y entendido de manera distinta según la edad o el lugar. En unos días el rosa de la flor se marchita y se vuelve amarillo, y vuelta a empezar. 

   El Nàstic empieza los partidos de color de rosa pero algo pasa que se marchita y acaba amarillo. Pero el análisis es variable según quién lo ejercita. Vicente Moreno el domingo después de la derrota en la capital del califato estuvo desafortunado en sus declaraciones aludiendo a la falta de memoria de los medios de comunicación que juzgan y analizan los partidos; pero las críticas, los comentarios duros no conllevan a generalizar el contenido de un proyecto. El periodista no puede ejercer su labor de cada encuentro pormenorizando los efectos atenuantes: se viene de Segunda B, de los presupuestos más bajos de la categoría,  hay jugadores que aún se están acoplando...

     Tanto aficionados como cuerpo técnico y jugadores deberían de atemperar el estado de ánimos, no se puede una jornada tocar campanas a arrebato y la siguiente pensar que estamos en el apocalípsis. La crítica de cada partido se amortiza una vez leída, y a esperar la siguiente para enderezarla si la evolución del equipo así lo permite. Un futbolista puede estar magistral un domingo y fatal el siguiente, y no por eso el crítico se contradice y deja de mantener el nivel de ecuanimidad exigible.

      En el fútbol los roles están repartidos desde sus albores: el jugador a jugar, el entrenador a entrenar, el directivo a dirigir y el crítico a criticar (palabra del griego que significa, discernir). Sirva este comentario para asumir que en el campo de la crítica la línea recta, a veces, tiene curvas y que el cronista puede ver un partido distinto porque el contenido técnico y táctico de un encuentro es aleatorio y del todo subjetivo. 

PD.- Este artículo es una reflexión intimista y personal, pero necesitaba exteriorizarla...ustedes perdonen.

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