domingo, 22 de noviembre de 2015

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Instante del remate de Iago Bouzón, 1-0.

       (Unos días antes del partido en una entrevista Oriol Alsina, dijo 'Es un orgullo para mí que el Llagostera llene los Estadios'.  (Igual se cree un genio del banquillo que lo ha llenado por su juego, su concepto del fútbol o la exquisita técnica de sus futbolistas. 'Yo era un tonto y lo que he dicho me ha hecho dos tontos (Rafael Alberti)

       Hoy es Santa Cecilia, una romana conversa al cristianismo que se la considera la patrona de la música desde finales del siglo XVI cuando fuera canonizada por el Papa Gregorio XIII. En el Nou Estadi se han visto y escuchado dos conciertos, el primero de viento y percusión a cargo del orfeón de las 10.000 gargantas que acudieron a presenciar el partido; el segundo sobre el césped donde el equipo, a partir del minuto cinco, ha ofrecido un concierto extraordinario, lleno de acordes acompasados (largas posesiones de balón), con algunos solos de indudable maestría (detalles técnicos de Emaná, Rayco, Tejera, Rocha o Palanca) y dos crecendos memorables que han provocado el delirio de los asistentes (los dos goles de Iago y Rayco).  En la segunda parte con los cambios orquestales la efervescencia se ha desvanecido a pesar de que pudo volver el delirio con tres o cuatro acordes vibrantes (cuatro ocasiones de gol marradas). Esta tarde un 4-0 no hubiera extrañado a ningún espectador.

      El Nàstic ha sido superior a un Llagostera indolente, cauto en defensa, inocente en ataque y con una nula capacidad de creación de juego. El peor equipo que pasó por el Nou Estadi esta temporada. Los locales le pusieron el tempo y el corazón que necesitaba el partido. El equipo se gustó (en alguna jugada en exceso), buscando el arabesco, practicando un juego de estilo renacentista (donde primaba la armonía en cada trazo, en cada pincelada). El Nàstic volvió a ser fiel a sus principios y desmontó cualquier atisbo de fútbol que pudiera aplicar el Llagostera.

     El rival jugó una hora con diez hombres pero que no busque excusas el utillero reconvertido en entrenador que la diferencia entre unos y otros no fue abismal, sino abisal. La clave del partido estuvo en controlar el centro del campo, percutir bien por las dos bandas y sobre todo ganar casi todos los balones divididos. Triunfo importante, respuesta excelente del público y una deuda que queda saldada, además me parece que tardaremos en ver de nuevo en Liga al Llagostera por esos lares.

   Por cierto no me gustó el trato dado a Querol, el reusense tal vez no obró bien fichando tan rápido por el Llagostera, pero en Tarragona lo dio todo por el Nàstic y sus goles nos auparon al play off.  Merecía más respeto.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

REINA (6): Como muchos españoles, sin trabajo.  Con los pies jugó más que algún rival.
XISCO (7): Menos subidas, pero atrás estuvo pétreo como la muralla tarraconense.
MOSSA (9): Debería cobrar doble porque juega de lateral y de extremo. Enorme.
IAGO (8): Empezó las jugadas, atento en las coberturas y se estrenó como goleador.
MOLINA (8): Impecable, solamente en su debe un regaló de balón a su amigo Querol.
ROCHA (7): Se turnó la batuta de director con Sergio, precisos cambios de juego.
TEJERA (9): Un guerrero con guante de seda en la bota. Incansable.
EMANÁ (7): Un mago en estado puro. Le falta más continuidad durante el partido.
ALEX (6): Peleó con afán, tuvo un par de ocasiones, pero la último no se puede fallar.
RAYCO (7): Mucha movilidad, buenas diagonales y gol. Pero marró otro.
PALANCA (7): Distinto al resto. Frescura en ataque, no le salió el uno contra uno.
FALI (5): Frágil e inseguro. corrió riesgos innecesarios.
XISCO M (5): No acaba de encontrar el sitio. Tuvo un par de contras
NARANJO (5): Salió acelerado perdonó un gol que un delantero no puede perdonar.
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