God save the REINA

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Una parada que equivale a una permanencia.

     Cuando Guillermo Cuadra Fernández, el colegiado del encuentro, señaló el penalti de Xavi Molina se nos cayó el mundo (de la Segunda B) encima, pero en el Nou Estadi se vivió un deja vu de trece años atrás cuando Felip, en tiempo de descuento, le detuvo una pena máxima a Soldado del Real Madrid B. Aquella parada nos haría viajar a Segunda. En esta ocasión sería Manolo Reina quien atraparía el tiro de Jona (quien la temporada pasada le batió desde los once meses con la camiseta del Albacete). El tren del descenso pasaba de largo por la estación de Tarragona para detenerse en el apeadero de Guadalupe, donde tiene su sede la UCAM.

      Más que un partido fue una pesadilla, una constante angustia a sabiendas que como en los combates a muerte de los gladiadores en el Anfiteatro romano uno de los dos perdería la viada; no existía el indulto y ambos equipos lo sabían. Los granas querían llevar la manija del encuentro pero siempre mirando por el retrovisor porque se olía que quien fuera capaz de marcar primero seguiría en la Liga 1,2,3.

     Desde la llegada de Nano el Nàstic cuajó el partido más viscoso y menos fluido de los tres. El rival también vivía metido en el miedo y las ocasiones surgían a borbotones, con pérdidas de los jugadores locales poseídos por la ansiedad. La gestión de los nervios estaba al cincuenta por ciento y todo hacía presagiar que un error podría decantar toda una temporada. Osar a adelantar líneas podía ser un suicidio. Había que negociar cada minuto, dejar que el crono avanzara y confiar en que los murcianos necesitados de la vitoria dejaran fisuras en la retaguardia, lo que nadie podía suponer es que estas brechas serían en el tramo de descuento. 

    El UCAM fue taimado en el planteamiento, dejar pasar el tiempo para que los nervios atenazaran a su oponente y con los cambios fabricar peligro en el área de Nàstic y con poco margen de tiempo para enderezarlo. Pudo salir bien pero ayer Reina tenía a las musas de su lado. Sufrimiento, tormento, zozobra, inquietud en la grada, pero al final el éxtasis, la fascinación y el delirio.

Nota.- Esta próxima semana publicaré el prometido artículo en verso y comenzaremos un análisis de la temporada pasada en cinco capítulos.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

REINA (10): Proverbial en dos paradas y en atajar el penalti. Salió más decidido que en los últimos partidos. Buenos balones para que Manu los peinara.

GERARD (7): Buenas proyecciones en ataque y una contra desperdiciada por no pasar,. En defensa llegó tarde en algunos balones.

MOSSA (8): Gran partido del valenciano vaciándose en ataque y en defensa. Más contundente que en las postreras jornadas.

SUZUKI (5): Lento y dubitativo en varios balones, le costó ganar el juego aéreo. Se complicó en alguna jugada.
MOLINA (7): El penalti cometido le baja nota, pero hizo un partido completo con ganas, fuerza y sin que le pudieran los nervios.

LUISMI (6): Mermado por la lesión, arriesgó para sacar el balón de la cueva. Se equivocó en algunos pases.

TEJERA (7): Cuando emergió el equipo lo notó y controló el juego. Estuvo algunas fases ausente.

JEAN-LUC (6): Rompía por la banda zurda e incomodaba a su marcador que se lo sacó de encima con una entrada que era de amarilla.

MUÑIZ (7): Sobresaliente a balón parado, notable en el esfuerzo y trabajo, aprobado en el desborde y suspenso en las malas entregas.

MANU (10): Enorme el trabajo del gallego aterrizando balones aéreos, presionando y ya fundido se inventa un gol en un doble remate, pierna y cabeza.

UCHE (6): Dispuso de dos ocasiones que desperdició por lentitud, fue objeto de un penalti. No fue su día más inspirado.

LOBATO (6): Mucha conducción individual. Apareció al final con la asistencia a Manu (que era en fuera de juego) para que sellara la permanencia.

CORDERO (5): Se le notó la oxidación por falta de partidos.

ZAHIBO (5): Músculo en el centro del campo para encarar los diez últimos minutos descuento inclusive.

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