Los puentes de Nano
Nano único entrenador del Nàstic que ganó los tres partidos que dirigió.
Los puentes sirven para acortar el camino por eso los americanos para ganar la batalla a los japoneses dinamitaron el puente sobre río Kwai y Clint Eastoow y Meryl Streep se enamoraron en los puentes de Madison. El Nàstic en estos instantes precisa de puentes; puentes entre el cuerpo técnico y la dirección deportiva, entre la SAD y Promosport porque la actual temporada la tempestad deportiva se los ha llevado. El equipo a día de hoy ofrece cifras de récord: tres entrenadores, cuatro segundos, tres médicos, tres preparadores físicos, diecinueve altas y ocho bajas en el mercado invernal.
Es necesario reconstruir los puentes. Hay que acortar los caminos. Había que buscar a un constructor de plena confianza y garantía para rehacer estos puentes y por ello se pensó en un hombre de la casa (Promosport) que ya conoce el vestuario porque es la tercera vez que aterriza en el Nàstic después de ser el brazo derecho de Vicente Moreno la temporada en que se acarició el ascenso y ejercer de bombero el pasado año para apagar el incendio del descenso.
Victoriano Rivas Álvaro es un manchego nada tierno, más bien curado en sus 250 partidos en la élite y sus 15 goles conseguidos en su posición de central. Llega con mucha liga por delante y sin la urgencia de la temporada pasada. Llega por tanto con poca presión y conocedor de su entorno y que podrá aplicar su sistema, el clásico 4-4-2; Nano es serio, huye de los inventos y toca de pies en el suelo. Hace ya varias semanas que estudiaba todos los partidos del Nàstic porque en la Budallera ya se olían el desaguisado.
El manchego se encontrará con una plantilla mejorada en comparación con la de la pasada temporada y en la que prevalecen los peloteros. Ganas ya de que llegue el sábado y el equipo tenga aplicado un nuevo estilo.
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