domingo, 21 de enero de 2018

Por las camisetas, alguien diría que se trata de un Nàstic-Reus?.

El experimento, en casa, no funciona. Normalmente un planteamiento cobarde suele frustrar cualquier expectativa de triunfo. El manual de Rodri ante el Reus Deportivo fue claro, desterrar la gallardía, la superioridad y el desafío, y moverse en la arenas movedizas del acoquinamiento y el miedo. En el fútbol actual sin riesgo no hay posibilidad de lograr la supremacía en un partido. Los rojinegros se valieron de la omnipresencia del portugués Vitor Silva para atenazar la zona de creación y atemorizar a un Nàstic que en el primer tiempo volvió a olvidarse que el protagonista del fútbol es el balón y si corre por el pasto, como decía Distefano, mejor que mejor.

Los locales (ayer de amarillo con la tercera camiseta) no encontraron la posición, con los bandas a pierna cambiada y proclives a la huida hacia el centro del campo imposibilitaban la subida de los laterales porque no tenían cobertura (el gol forastero llegó en una contra), y en la zona de pensamiento y reflexión futbolística faltaba cohesión y rapidez, una porque Gaztañaga tiene un fútbol rudimentario y Matilla va quitándose el óxido de las ideas despacio.  A Maikel se le busca y no se le encuentra y Manu se empieza a hartar de ejercer el papel de Tom Hanks en Naufrago.

Ignoro si López Garai quiso ser valiente en el Nou Estadi pero el planteamiento del rival le empujó a dominar el partido a base de látigo y cuero, el Nàstic optó por el rol de sumiso. Desde la grada se hacía difícil confirmar que era un derby y no porque unos iban de amarillo y los otros de azul, sino por la poca intensidad, por la falta de alto voltaje y por el mísero juego que proponían. La efectividad visitante fue idéntica a la que los locales demuestran cuando actúan de huéspedes. En algunas fases del partido a los granas parecía que lo que acontecía no era de su incumbencia, se llegaba a tarde a los balones divididos, las jugadas eran tediosas y lentas y desde la banda había cierto conformismo. El equipo no carburó porque las ideas se bloquearon por el síndrome campo propio.

Y la gran pregunta sobrevoló el Nou Estadi cuando saltó al césped Álvaro, porque no lo hizo de salida para facilitar la labor a Barreiro y poner una línea de cuatro en el centro para paralizar los brotes verdes de fútbol del visitante Vitor (el seis)?. El empate acercó al equipo a la épica pero vino acompañado del desorden y desbarajuste que posibilitaron el segundo gol rojinegro. Y otra pregunta, para la recta final no podía salir Javi Márquez para darle pausa al partido. No fue así y se pusieron extremos para qué?...como si compramos una lámpara de 5.000 euros pero resulta que no nos van los fusibles.

Este juego impreciso, confuso acompañado de resultados en casa de tendencia negativa solo sirven para contrarrestar la gran campaña que desde el club se ha hecho para captar un mayor número de abonados. 

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKI (7): Impotente en los goles intentó corregir los errores de colocación de su defensa. Al final hasta se sumó a rematar un córner.
KAKABADZE (6): Subió menos porque nadie le hacía las coberturas. En el marcaje estuvo correcto, en el segundo tiempo hizo dos galopadas con peligro pero sin ayudas.
JAVI  (4): Se embarrancó en las subidas sin claridad de ideas. Atrás casi nunca pudo colocar el cerrojo. Se le vio agobiado.
MOLINA (5): No supo dar aplomo a la línea defensiva, arriesgó en pases fallidos y fue reiterativo en los pases horizontales.
SUZUKI  (4): Otro partido inseguro, con dudas en el cruce y la anticipación. En el primer gol erró como otros compañeros. Cumplió por arriba.
GAZTAÑAGA (3): Partido aciago. Pases al rival, driblins arriesgados e innecesarios e incapacidad para dar fluidez al juego.
MATILLA (5): Le faltó ayuda para salir de la presión, lento en la oxigenación del juego y algo a destiempo en las entradas.
MUÑIZ  (4): Mal el asturiano, solo asomó a balón parado. Perdió excesivos balones y no colaboró en tareas de achique de balones.
TETE  (4): Dejó la banda y se perfiló demasiado por el centro perdió una contra por no asistir a un compañero. Muchos minutos inactivo.
MAIKEL (4): Un buen disparo pero mal ejecutado; tanto cambio de banda y centro le ha metido en un lío. Necesita resetear su juego.
MANU  (6): Otra vez de hombre boya. Precisa jugar acompañado, peleó todas las pelotas y procuró abrir espacios.
ALVARO  (7): Nada más salir intervino en tres jugada, gol inclusive. Movilidad y sentido de la verticalidad. Debió salir de titular.
DUMITRU (6): Galopó por la banda zurda, algo aturullado, pero creó una jugada que pudo ser penalty.
OMAR (5): Pienso que el partido no estaba para arriesgar en su reaparición.

RODRI (2): Planteamiento cobarde regalando el balón al rival. Debió apostar por otro delantero de inicio. El tercer cambio quizás no era el adecuado. Tiene muchos problemas para entender como se ha de jugar en casa.


2 comentarios

Necesitamos cambiar de entrenador, sencillamente eso. Otra vez la glucosa por las nubes.

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