Gordillo o el espíritu de Zamora
Lo que mal empieza mal acaba. Esta temporada en todos los estamentos del Nàstic han existido vías de agua y por eso el naufragio parece irremediable. Se arriesgó con Lluis Carreras y desde el principio hubo un divorcio evidente entre técnico y dirección deportiva; la apuesta de Rodri fue precipitada (le salvó la flor que tuvo en los partidos fuera de casa) y con Nano se optó por la comodidad olvidándose que el año pasado sus tres partidos contaron con factores favorables que esta vez difícilmente iba a tener.
Y ahora llegan las urgencias, el fantasma del descenso, el deja vu de la pasada temporada, la melancolia de regresar a Llagostera y sobre todo alejarse del confort de la Liga 1.2.3. El cese llega tres jornadas tarde; después del sonrojo de Lorca y la falta de humildad para pedir disculpas, Nano debió ser fulminado. Ahora quedan tres jornadas, nueve puntos y una agonía que los aficionados del Nàstic no se merecen.
Recibir a Leonesa y Rayo y viajar a Huesca, menudo calendario. Había que buscar recambio y lo encontraron en un exjugador emblemático, honesto a carta cabal con una entrega en cada partido que debería ser espejo para la actual plantilla de jugadores acomodados y poco dados al sufrimiento. Gordillo fue un jugador con vergüenza que solamente lo sacó del Nàstic una grave lesión de espalda. Un futbolista que dejó en Tarragona la estela de 116 partidos y seis goles y que era capaz de saltar al césped infiltrado por el dolor de la hernia que padecía.
Quisiera quedarme con el espíritu de José Antonio Gordillo, la furia que le permitió marcar el gol en Zamora que abría las puertas del ascenso a Segunda después de diecinueve temporadas vagando por el limbo de la Segunda B y Tercera. Sabía mandar en la defensa, era práctico en su fútbol conocedor de sus limitaciones y hacía vestuario. La apuesta, salga o no bien, me parece acertada. Que nadie espere un milagro, no hay tiempo. El gordo lo que hará es un trabajo de sicólogo y una alineación coherente y equilibrada, primero para ganar a la Leonesa y mirar de reojo los otros resultados.
Suerte Gordillo y si sabes transmitirles solamente una parte de los valores que demostraste como futbolista sobre los terrenos de juego y los jugadores lo captan...seguro que el Nàstic se salvará.
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