martes, 22 de mayo de 2018











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Si aquel que dice ser tu amigo te clava un puñal en la espalda, debes desconfiar de su amistad (Les Luthiers).

Esta ingeniosa frase del grupo argentino viene como anillo al dedo para entender el final del Director Deportivo del Nàstic, Emilio Viqueira. Sobre el césped el gallego era conocido como el mago; buen toque de balón, desplazamientos largos milimétricos y sabia conducción del equipo. Sobre sus espaldas más de 450 partidos y una treintena de goles. Creo que el adjetivo también le sirve para los despachos.

Al Nàstic en ruina económica llegó en 2013 de la mano de Promoesport y en estos cinco años ejerció de Director Deportivo con eficacia, discreción, esfuerzo y sobre todo dedicación. Fichó a 80 jugadores (contando los del filial) y logró traspasar a una docena. Gracias a su gestión eficiente el Nàstic pasó de una deuda cercana a los 7 millones de euros a rozar la deuda cero el próximo 30 de junio. Recordemos que en Segunda B el Nàstic logró el concurso de hombres como Reina, Lago Junior, Perera, Rocha, Tomeu, Mossa, Rayco o Xisco Muñoz. Aterrizados en Segunda llegaron Emaná, Tejera, Madinda, Palanca, Naranjo, Aburjania, Kakabadze, Dimitrievski, Muñiz, Perone, Uche, Álvaro o Manu Barreiro entre otros.

Cierto que hubo fichajes fallidos como Delgado, Rarshalla, Maloku, Xisco Hernández, Bustos, José Carlos, Dongou o Eddy Silvestre, pero en el fiel de la balanza pesan más los aciertos que los errores. Por eso la marcha de Emilio a falta de un mes para cerrar la temporada me pareció injusta. Viqueira ha sido la cabeza de turco de una mala marcha del equipo que lleva siete entrenadores en dos temporadas, pero ojo, no todos fueron elegidos por la Dirección Deportiva. 

Contaba en una obra de teatro Calderón de la Barca que Casa con dos puertas mala es de guardar y ese ha sido el gran problema de Viqueira que resulta complicado vigilar la puerta de Promoesport y a su vez la del Nàstic porque a veces los intereses son antagónicos y las decisiones conllevan daños colaterales. Tampoco resulta fácil ser mandado por dos jefes, como decía Mateo en el libro de los Apóstoles nadie puede servir a dos señores.

Viqueira se ha equivocado (Monchi sólo hay uno)  no tanto como algunos quieren ver pero esto no justifica la lapidación que en las últimas semanas ha sufrido junto a su familia a través de las redes sociales e incluso los lamentables incidentes vividos a la salida del partido frente a Osasuna. Ya se que este artículo molestara a un sector de la afición grana pero la misión del periodista es echar luz sobre la tiniebla aunque, por Dios, no esté en posesión de la única verdad. La discrepancia enriquece pero desde la consideración y la tolerancia.

Suerte en el futuro Emilio; no he tenido la suerte de tratarte demasiado pero siempre has sido una persona educada, comedida, aceptando críticas y dialogando desde la disparidad y el respeto. Sepas que ya has entrado en la historia del Nàstic y esto si que nadie me lo puede discutir. Un abrazo.
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1 comentarios :

En una cojuntura difícil crec que ho ha fet prou bé com per dir que ha estat el millor director esportiu dels últims 12 anys ( desde l'ascens de 1a

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