domingo, 26 de agosto de 2018

La lesión de Fali condicionó el primer cambio.


El Nàstic apareció en el Molinón con la misma alineación que el lunes pasado en la primera itad hizo vibrar a los aficionados. El equipo comenzó colapsado, sin poder generar fútbol y postergando las salidas a balón parado para coser una defensa con brechas por el centro. El síncope fue general, no se podía poner pausa al encuentro, la lentitud de los jugadores se hizo exasperante y las pérdidas de balón irritantes.

El vahído en el juego duró cuarenta y cinco minutos ante un Sporting que sin crear excesivo peligro se puso por delante en el luminoso en un doble fallo de los centrales; Fali realiza una mala entrega, la jugada de ataque prosigue y al final la mala colocación de Mejías permite a los asturianos avanzarse. El gol hizo daño, deterioró la sobriedad defensiva y sirvió para ver como el peligro del equipo grana (ayer con la camiseta de taxi de Barcelona) se diluía en el balcón del área.

El colapso desapareció en el segundo tiempo para entrar en un negacionismo del fútbol de ataque, no se gestó juego por las bandas, en la zona ancha no se originaron acciones y solamente se dejaron ver a balón parado. El Nàstic decreció y el ligero dominio fue circunstancial y siempre bajo el control sportinguista. Gordillo, en la grada por cumplir el partido de sanción, tuvo poca capacidad de maniobra por lo asimetría de su plantilla y Baraja en cambio dosificó con prudencia los cambios. El segundo gol en errores de Abraham (deja centrar) y Kakabadze (deja rematar) fue el certificado de defunción del Nàstic.

La marejada que inunda el vestuario con posibles entradas y salidas no es el mejor proceder para disponer de calma y paz para afrontar los partidos. Al equipo le falta la chispa precisa de viveza para desbordar, además demuestra un alarmante déficit en la recuperación de balones y un inquietante hábito en la pérdida de balones.  Al Nàstic le observamos sobre el césped entre agobiado y angustiado, con excesiva zozobra y desazón. Confiemos que por la puerta giratoria esta semana se vayan los que tengan que irse y vengan jugadores que eleven el nivel de la plantilla.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

BERNABÉ (6): Nada que achacar en los goles. Tres buenas intervenciones. Debe mejorar el juego con los pies.
KAKABADZE (2): Desconocido. Mal en defensa donde se vio superado demasiadas veces. En ataque nulo.
ABRAHAM (4): Excesivo en algunas entradas, rozó la segunda amarilla. Descoordinado en ataque. Culpable en el segundo gol.
FALI (4): Innegable su tenacidad, pero en el eje de la defensa cometió dos graves errores y uno costó el primer gol. Rifó bastantes balones.
MEJÍAS (5): Dispone de condiciones técnicas y saca bien el balón pero tuvo errores de bisoñez, uno supuso el tanto inicial. 
ROCHA (5): Le está costando entrar en la gestación del juego; mejor en tareas de desgaste. Se añora la conducción del fútbol-
MÁRQUEZ (6): Está progresando. Destacó a balón parado e intentó organizar el juego. Buen trabajo de zapa.
TETE (4): Volvió a la versión de la pasada temporada, no sabe finalizar la jugada y pierde excesivos balones.
CORIS (2): Tengo mis dudas de si llegó a participar en más de una jugada. Totalmente ausente, incapaz de percutir por su banda.
MANU (4): Ineficaz, luchó por los balones aéreos pero no se le vio, el delantero fue incapaz de rematar un solo balón.
UCHE (5): Poco participativo, pero en lo poco que tocó dio señales de la calidad que atesora. Cierto que no le alimentaron de balones.
DJETEI (4): Inseguro, malas entregas y muchas dudas. En balones largos demostró su rapidez.
MANU DEL MORAL (5): Movilidad y desparpajo, pero no generó ocasiones de gol porque estuvo aislado.
ABELEDO (5): Poco tiempo pero dejó alguna pincelada de clase y procuró encarar a su marcador.


GORDILLO (5): No fue fallo de planteamiento sino de jugadores. Le pesa disponer de una plantilla descompensada. Debió apostar por la velocidad arriba antes.

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