El virus de las lesiones

22:35  

La intensidad del futbol de hoy ayuda a provocar más lesiones.

Este artículo que estás leyendo, amigo lector, para que tuviese un mayor rigor científico debería firmarlo un medico deportivo, un quiromasajista o un preparador físico. Pero no, me atrevo a firmarlo yo pero sin entrar en terreno técnico. El virus de las lesiones lo intentaré explicar desde la experiencia de más de cincuenta años viendo primero y narrando y escribiendo después.

Desde que el futbol optó por el espectáculo-negocio las lesiones han aumentado. Una de las primeras causas sería, sin ningún genero de dudas, la cantidad de partidos de Liga y Copa que se disputan ahora en comparación con los años sesenta y setenta. Otra causa podría ser la intensidad de los entrenamientos. Hace cuarenta y cincuenta años los entrenamientos solían ser muy estáticos, con largas sesiones gimnásticas, poco toque de balón y el tradicional partidito de los jueves entre titulares y suplentes. En este partido de entreno si algún suplente se empleaba con excesiva vehemencia se iba a la ducha. El objetivo era preservar el once inicial del domingo.

Por entonces las plantillas eran más reducidas y los aficionados podían memorizar la alineación de su equipo porque era poco proclive a las variaciones. Tampoco en el trabajo físico se exigía el grado de complicidad de hoy en día. Por ejemplo hasta principio de los años noventa no se calentaba sobre el césped antes de los partidos. En las sesiones preparatorias existían pocos percances y casi todas las lesiones (la mayoría roturas o esguinces) se producían compitiendo.

Ahora en ningún equipo ningún futbolista tiene asegurada su participación en el partido siguiente si no se vacía en los entrenos, sino se entrega con pasión durante la semana. Este alto grado de exigencia produce bajas en las plantilla. En una temporada un equipo de Segunda B, por ejemplo, podría superar las treinta lesiones, antiguamente se podían reducir perfectamente a la mitad. Por eso hacen falta plantillas amplias y la posibilidad de cubrir los huecos producidos por lesiones.

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