Ascenso por y para todos
(Hoy rescato un artículo publicado en junio del 2006 en Diari de Tarragona para celebrar el ascenso del Nàstic a Primera División)

Para quienes vieron al equipo en Primera, y ya no están; para quienes están pero lo vieron poco; para los socios que creyeron en el regreso a la tierra prometida; para los que se quedaron en el camino del largo éxodo; para los jóvenes socios de la movida grana; para los padres que educaron a sus hijos en la fe nastiquera; para los hijos que, por una vez, hicieron caso a sus padres.

Para quienes vieron al equipo en Primera, y ya no están; para quienes están pero lo vieron poco; para los socios que creyeron en el regreso a la tierra prometida; para los que se quedaron en el camino del largo éxodo; para los jóvenes socios de la movida grana; para los padres que educaron a sus hijos en la fe nastiquera; para los hijos que, por una vez, hicieron caso a sus padres.
Para los presidentes que perdieron
tiempo y dinero; para los presidentes que ganaron títulos y honores; para los
directivos que quisieron figurar y no figuran ni en los libros; para los
directivos empeñados en trabajar y que acabaron empeñados; para los entrenadores
que echaron raíces en el Club; para los entrenadores a los que echaron de raíz del Club.
Para los pocos jugadores que
jugaron cientos de partidos; para los cientos de jugadores que jugaron pocos
partidos; para los delanteros que marcaron goles; para los arietes que los fallaron; para
los defensas que salvaron puntos; para los pivotes de juego constructivo; para
los pivotes de juego destructivo; para los porteros que pararon en el césped;
para los metas que calentaron banquillo.
Para los socios pobres, pero ricos
en ilusión; para los socios ricos, pero pobres en aportaciones; para los socios
de buenas acciones; para los accionistas que se hicieron nuevos socios; para los perseverantes
seguidores del Gol Norte y del Gol Sur; para los inquilinos de preferente que
se mojan; para los socios de tribuna que no se mojan; para los arribistas que se enganchan al momento triunfal;
para los que creen que Catalunya acaba en la Diagonal; para quienes creen que
el Sur también existe; para los pacientes aficionados que han sido fieles hasta
el final; para los impacientes aficionados que han sido infieles desde um principio.
Para los medios de comunicación que ha criticado a
los jugadores; para los jugadores que han criticado a la prensa; para los
periodistas que se han emocionado narrando las epopeyas granates; para los
periodistas que han escrito al dictado del sentimiento; para los locutores de
radio a los que se nos quebró la voz cantando algún gol; para los fotógrafos
que han inmortalizado la historia; para los tertulianos que juegan a técnicos;
para los técnicos que parecen tertulianos; para los internautas que navegan por
el mar grana a veces sin rumbo.
Para los optimistas en tiempo de
crisis; para los pesimistas en época de bonanza; para los devotos de Sant Magí;
para los devotos de Santa Rita, patrona de lo imposible; para los que no pueden
ir al fútbol; para los que no deberían de ir; para los que suplican un pase
para entrar; para los que pasan de ir; para los solitarios a
los que el Nàstic acompaña; para los tarraconenses ausentes que se emocionan desde
la distancia; para los que rompen el carné y pierden la fe; para los jubilados
con experiencia; para los expertos que no deberían jubilarse.
Para los falsos profetas que
predicaron la hecatombe del fútbol; para los discípulos granates que predican
desde el púlpito de las Penyes; para los agoreros del: baixarem; para los ilusionados
del: pujarem; para los enamorados que se besan en grana; para el Mingo y la Rosona, que presuman en el seguici de de su estirpe grana y bailen con la Mulassa, el Aliga y els Nanos Vells; para los masajistas
del agua milagrosa; para los médicos de aspirina y reflex.
Para los cultos, que esconden su vocación
por el fútbol; para los incultos que exhiben su pasión futbolera; para los
parados, a los que el fútbol les mueve; para los enfermos, que sanan con el
analgésico del Nàstic; para los sanos que se enferman viendo al Nàstic; para
los incrédulos que despertaron de su sueño en la Primera División; para los
locos, que el ascenso ha vuelto cuerdos; para los cuerdos que han enloquecido con el Nàstic.
Para los que se mueren por ir al
palco a presumir; para los que presumen de no querer ir al palco; para los
intermediarios vendedores de humo; para los cazatalentos que ven a través del
humo; para los amigos de los amigos de un primo hermano del crak de turno;
para las víctimas de quienes dirigen el fútbol desde un despacho; para los que
se despachan a gusto cuestionando a los dirigentes; para los que siempre
pierden por culpa de los demás; para los que siempre ganan a costa de los
demás; para los que llevan el escudo del Nàstic en la solapa; para los que lo
llevan tatuado en la piel; para los que lo llevan injertado en el corazón.
Para los utilleros, confesores y
limpiabotas; para los delegados atentos y serviciales; para los cortadores-cuidadores-peinadores
del césped; para los conserjes que vivieron en las entrañas del Nou Estadi; para
los recogepelotas, que sueñan llegue el día que se las recojan a ellos; para
los taquilleros que nunca ven el inicio de los partidos; para los guardias de
seguridad que los ven de espaldas; para los porteros con gorra de plato; para
los conductores de autocar que han conducido de la Tercera a la Primera; para
los ruines que toman el fútbol como un negocio; para quienes se arruinan por tomar
el fútbol como un deporte.
Para toda una ciudad embriagada
de sentimiento, orgullosa de su equipo, feliz en su matrimonio con el Nàstic, bañada
en grana, con el cielo enrojecido de ilusión. Para ti, para mí, para ellos. La gloria del ascenso a Primera es PARA TODOS¡
_________________________________________________
Comentarios: