Al encuentro del encuentro (III)
Los derbis del Trole
La década de los cincuenta contó con pocos derbis Nàstic-Reus pero con mucha pasión . Tiempos en que ambas formaciones disponían de más jugadores de las comarcas tarraconenses y existía un deseo feroz de victoria porque suponía en la mente de algunos radicales el triunfo de una ciudad sobre la otra. Unos derbis que estuvieron marcados por el Trole inaugurado en 1952 y desaparecido en 1974 que unía de manera continuada las dos poblaciones. En Tarragona con paradas en la Rambla, calle Unió, Real y Paseo de la Independencia y en Reus calle Arrabal de Jesús, Plaza Prim y Paseo de los Martirs.
Los días de partido la línea se reforzaba y se calcula que unos 300 aficionados lo aprovechaban para recorrer los 12 kilómetros de distancia, hiciera el tiempo que hiciera. La empresa que explotó la línea fue FIRTESA (Fiolvías Reus Tarragona y Extensiones SA). El desplazamiento se iniciaba al mediodía y el retorno se producía de forma más escalada. En ocasiones se organizaban trifulcas entre seguidores de ambos conjuntos.
Ambos equipos contaban con jugadores de la ciudad rival Arimany y Beltri en el Reus, y Epi, Irún y Benaiges en el Nàstic. Pero otros jugadores de la provincia se alinearon en ambas formaciones, recordemos a Benitez, Morell, Epi, Bonell, Navarro, Gilabert, Serrano o Vidal en el Reus, y en el Nàstic Juanito, Domingo, Aguilar, Gascón, Dani, Fortuny o Freixas. Esta circunstancia hacía que los jugadores tuvieron más ansia por el triunfo por sentirlo más propio. El hecho de que jugasen más jugadores del entorno se debió a una normativa de la FEF que prohibió en Tercera fichar jugadores cuya residencia estuviera a más de 90 kilómetros del club de origen.
En los años cincuenta no se dieron muchos derbis, porque el Nàstic hasta 1954 no retornó a la Tercera División y porque el Reus Deportivo descendió a Regional . En total fueron tres enfrentamientos en l'Avinguda Catalunya, con un saldo favorable a los granas de tres triunfos con 9 goles a favor y 3 en contra.
A partir de la década siguiente comenzarían los habituales partidos entre Reus y Nástic que dejarían sorpresas y anécdotas.
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