sábado, 8 de abril de 2017

Este equipo mereció más en el Iberoestar...pero esta vez la fortuna fue esquiva.

    En el Estadio Iberosestar quien mereció el triunfo fue el Nàstic, por eso el empate dejó mal sabor de boca. Un rival menguante, faltó de cohesión, embotado arriba y con cierto tufo a descendido, ofreció la oportunidad de acabar con el gafe balear y conseguir el primer triunfo de la historia, el balance de ocasiones fueron de dos a cinco para los visitantes. El punto dependiendo del resto de resultados de la jornada puede ser bueno, pero caro...como si se hubiese comprado en la milla de oro.

    Además resultó un choque gafado, jugado bajo la ley de Murphy, por las lesiones precipitadas de Madinda, Manu Barreiro y Emaná que fueron un escollo para que el equipo pudiera mantener la estabilidad y por desgracia para el futuro inmediato de la Liga, además para consumar el infortunio hay que añadir las tarjetas amarillas a Mossa y Muñiz que cumplen ciclo y les impedirá jugar frente al Mirandés. 

     El partido fue gris tirando a plomizo. El aburrimiento solamente lo rompieron las ocasiones de Emaná, Gerard Valentín, Alex y Perone, o el poste de Brandon en el último suspiro. Hubo miedo a la derrota y los riesgos se marcharon por el sumidero. Los mallorquines fueron incapaces de pergeñar  cuatro pases consecutivos y les quemaba el balón en las botas, y suerte que Santamaría rogó por ellos.

      El Nàstic estuvo aplicado en defensa, con el lapsus de los cinco minutos finales, circunspecto en la zona de elaboración (a Tejera le costó tomar el pulso al encuentro) y premioso en la frontal del área. Se generaron ocasiones pero no culminaron por la falta de presteza.  A pesar de ello los de Merino fueron superiores pero con una lamentable falta de concreción.  

     Existía el peligro de que la aflicción por la derrota frente al Almería pudiese generar cierta ansiedad al equipo, pero no fue así  el equipo con Emaná de titular (pero con apariciones esporádicas) y Molina de central, como novedades supo marcar el ritmo al partido pero sin seducción y con demasiado trabajo de infantería.  El sábado otra final, si se gana al Mirandés ya habrá dos equipos, ellos y el Mallorca con reserva de billete para la Segunda B, solamente faltarán dos plazas.

1x1  (Puntuación del 1 al 10)

REINA (6): Puso una mano salvadora en el descuento. Sigue vacilando en las salidas. El rival le exigió menos de lo esperado.
GERARD (7): Profundizó mucho y bien, pero le faltó definir mejor. Perdonó el gol por entretenerse. Mejorado en defensa.
MOLINA  (6): Pugnó lo indecible en el balcón del área. Convincente en el marcaje, evitó el cometer errores.
PERONE (6): Pausado en el juego defensivo realizó un peligroso remate al final.  Por arriba se impone y amedrenta.
BOUZÓN (6): Mejorado. Se acrecentó atrás y fue práctico. Eso si, falló algunos pases largos por falta de precisión.
MOSSA (5): Distraído en algunas jugadas le costó recuperar la posición, en ataque no pudo encontrar pasadizo.
MADINDA (6): Salió avivado y participativo. Le puso fluido al juego, lástima de su prematura lesión.
TEJERA (6): Le costó encontrar la ubicación y el compás; su ausencia la acusó el equipo, luego tuvo una cierta mejora.
ZAHIBO (7): Buen partido del francés. Estuvo atento y mesurado, recuperó balones aunqué falló en alguna entrega.
A.EMANÁ (6): Cierto que no está al nivel de la pasada temporada. Lento en la jugada que pudo provocar el gol grana. Esporádico en las acciones, verdad que jugó mermado a partir de la dura entrada recibida.
MANU (6): Se encontró  con pocos espacios y no consiguió la holgura en su juego. Cuando comenzó a dejarse ver se lesionó.
MUÑIZ (5): El asturiano dio un recital a balón parado pero desaparecido en el juego de conjunto.
ALEX (6): Puso empeño y afán, se sacrificó en la presión, pero añoramos alguna jugada vertical.
DELGADO (-): Testimonial.
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