sábado, 15 de abril de 2017

   
   Tres de los mejores jugadores frente al Mirandés, Perone, Tejera y Achille Emaná.
  
    El Nàstic se marcó como objetivo sacar el máximo número de puntos del pack de tres partidos con equipos de su guerra para eludir el infierno de la Segunda B. El primero lo perdió (Almería), el segundo lo empató (Mallorca) y en el tercero (Mirandés) resucitó logrando una victoria clara e indiscutible.  En el Nou Estadi ante una pobre entrada (5.700 espectadores) el Nàstic pudo vivir su Sábado de Gloria

     Juan Merino tiró de chistera y ante el aluvión el bajas fabricó un once con trampa para el rival; un equipo de fútbol ligero, contundente en la pegada y fiable en la transición del juego. Logró el equilibrio porque se robó el balón con rapidez y se filtró entre líneas para que Jean-Luc hiciera de cuchillo en la defensa de mantequilla burgalesa. El Nàstic insistió en ensanchar el campo con el marfileño y Gerard en tarde inspirada en jugadas que pudo rubricar.

     Los visitantes poco podían hacer, perder tiempo y esperar que la bono loto coincidiera con su número, y fue Manolo Reino quien les dio el premio al comerse el único balón que fue entre los tres palos. Ahí, sucedieron dos cosas: el Nàstic somatizó de repente sus dos últimas derrotas en casa y los jugadores del Mirandés se pellizcaron para percatarse de que no estaban soñando.

    A partir de entonces surgieron dos nuevos perfiles: los castellanos optaron por defender su tesoro en las almenas del área y los granates porfiaron por derribar los muros visitantes. El asedio fue numantino (en todo el partido el Nàstic lanzó 14 córners, 8 faltas laterales e hizo dos postes) y naturalmente al final hubo premio para el equipo que supo generar más fútbol (Tejera estuvo inconmensurable), que fabricó peligro de manera superlativa (Jean-Luc) y que encima le echó una gotas de esencia futbolistica (Achille Emaná). 

     El partido fue tan meritorio como para que el resultado final fuera el de un set de tenis. El equipo tuvo lucidez, fe y calidad. Merino (creo que se merece un mayor respeto por parte de un sector de la hinchada) sacó petróleo de la plantilla y puso sobre el césped un equipo equilibrado y plural (supo construir y destruir).  Se llegó a los 40 puntos y ahora la cota de los 50 (creo que serán 49) ya se otea en el horizonte. Un Nàstic que cumplió con la tradición...y resucitó al tercer partido.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

REINA (5): Imperdonable el gol encajado por su palo y con manos blandas. Sigue dudando en las medias salidas.
GERARD (7): Virtuoso en ataque, una pesadilla para la defensa visitante. Demasiado confiando en tareas defensivas.
PERONE (8): En su línea. Se permitió algún avance con claridad. Poco exigido, pero concentrado todo el partido.
MOLINA (8): Sólido atrás, sin concesiones. Imprimió carácter a la defensa y abrió la remontada. Se ha ganado la titularidad.
IAGO (7): Buen partido del gallego en una posición poco cómoda para él, se asoció bien con Jean-Luc y volvió a su posición. 
TEJERA (9): Tardó veinte minutos en aparecer, pero después obsequió con un recital de fútbol en ataque y en defensa. Marcó un gol vital y asistió a sus compañeros.
ZAHIBO (8): Dio equilibrio al centro del campo, la tarjeta no le condicionó. Aguantó el balón y lo jugó con criterio. Único pero, lento en alguna acción.
LOBATO (7): Partido de claroscuros, que salvó con el gol de la tranquilidad. Debió probar el disparo en otras ocasiones.
EMANÁ (8): Desequilibrante. Pedazo de artista en la elaboración de un fútbol de otra galaxia. Pero en ocasiones se obceca en querer hacer lo imposible.
JEAN-LUC (8): Se desentendió del trabajo defensivo pero dio un curso de como desbordar y de salirse del uno contra uno e hizo un palo. Recuperado.
ALEX (6): Espeso. Trabajó hasta la extenuación, hizo un poste pero se embarulló en algunas jugadas.
S.EMANÁ (6): Fijó a los centrales y participó en un par de jugadas de ataque.
DELGADO (5): Le faltó ritmo de partido, desaprovechó una contra muy clara.
SUZUKI (5): Testimonial.
_______________________
   

Comentarios: