martes, 9 de mayo de 2017


Juan Merino un técnico que ha abierto debate entre la afición en un momento delicado.

     Llevo algunas semanas alucinando al leer en las redes sociales comentarios envenenados y críticas sin base teórica sobre el trabajo de Juan Merino. Tales puyas sangrantes no las leí cuando D'Alesandro o Salamero ocupaban el banquillo grana y razones existían para que aparecieran en los medios. El debate sobre el técnico gaditano ahora no toca, es del todo estéril y puede erosionar el talante del entorno grana.

     Cierto que aquel discurso fresco, directo y novedoso que el entrenador ofreció el día de su presentación se ha oxidado ligeramente y ha tenido que capitular sobre su filosofía futbolística, en parte porque la plantilla desde dentro mostraba fisuras que externamente no las debió intuir. Merino ha tenido que apechugar con lesiones, sanciones y con algún futbolista proclive a la vagancia en los entrenamientos

     Me sorprendió leer comentarios tales como que Emaná nos ha dado tantos puntos o que Delgado también, cuando en un juego colectivo los triunfos los proporciona el equipo. Hilando fino el único jugador que ha dado puntos ha sido Juan Muñíz con sus lanzamientos de golpes francos. También me admira el conocimiento táctico de algunos aficionados (quizás disponen de carnet de entrenador y lo desconozco) que a toro pasado opinan que deberían haber jugado quienes no lo hicieron y cuando éstos juegan los que deberían haberlo hecho serian los otros.

    También me maravilla quienes pontifican que habría cambiarle por el entrenador de la Pobla, Martín Pose, que de 37 partidos disputados empató 19. Los arrebatos de algunos seguidores tendría que calmarse porque ahora toca unidad, silencio, serenidad y estar a muerte con el equipo. Es evidente que Merino se equivocó en el partido frente el Almería al no acertar con la alineación y frente al Reus al desechar el primer tiempo, pero fuera de casa de nueve partidos solamente se perdió uno y frente al líder.

    Restan cinco partidos y quince puntos y hay que creer ciegamente en Merino y el equipo para poder transmitir desde la grada toda la fuerza, el apoyo y la energía precisa para mantenerse en Segunda, luego tiempo habrá para el análisis y la crítica. Tuvo la culpa Merino de que frente al Reus fallaran Mossa, Perone, Gerard y Reina en el gol? o que frente al Almería se produjera otro error colectivo que supuso el gol de Uche?, o que en el Carranza Stephan Emaná marrara un gol imperdonable?...¡Todos somos Nàstic¡
_____________________________________________________________

1 comentarios :

Creo que es acertada tu reflexión. Enseguida y lo mas fàcil es criticar al entrenador, y el tiene la misma culpa que cualquiera de sus jugadores.
Seguro que se equivoca en algun planteamiento, però si alguna ocasion fallada hubiera entrado nadie hablaria sobre esta situacion tan complicada.
Tiempo habra de analizarlo, y ahora unicamente debemos apoyar EN BLOQUE A NUESTRO EQUIPO .

Reply