domingo, 5 de enero de 2020

Pol Valentín en una acció del partit disputat aquest matí.
Una jugada en Los Arcos donde se desperdiciaron dos goles de ventaja (Foto DIARI MES)

Desperdiciar una renta de dos goles en el campo del colista demuestra la fragilidad mental de un equipo que además desde la llegada de Toni Seligrat ofrece un futbol triste y aburrido. No puede el técnico alardear en la Sala de Prensa de que su equipo ha hecho un gran encuentro cuando el rival en cinco minutos fue capaz de darle la vuelta al marcador. El Nàstic tiene un problema, llevamos meses advirtiéndolo, la falta de calidad  y compromiso de una plantilla confeccionada para andar e la zona noble de la tabla y que no sabe moverse por las zonas pantanosas de la clasificación donde ahora reside.

Al término de la primer vuelta los números del once tarraconense erizan el vello; de 19 partidos solamente se han ganado cuatro (dos en casa y dos fuera), en 6 hubo tablas y 9 concluyeron con derrota. Se anotaron 22 goles, pero ojo, 11 los marcaron defensas; en contra el equipo encajó 29, siendo el tercer equipo mas goleado del grupo. Todos éstos números dieron para sumar unos escasos 18 puntos que de repetirse en la segunda vuelta llevarían de cabeza al Nàstic al infierno  de la Tercera, porque dando un re paso a las últimas temporadas el tope para salvarse con menos punto (o sea ser el quinto por la cola) ha estado en 42.

Lo que cuesta de entender es como con un planteamiento tan defensivo los de Seligrat concedan tantas facilidades atrás. Tampoco se comprende como el segundo cambio grana se realiza en el minuto 82, doce después del gol del empate local ni porque no se consumió la tercera permuta. La primera parte en Los Arcos fue un espejismo porque en la reanudación los granas (que ayer estrenaron camiseta) volvieron a las andadas del 2019.

Ahora toca hacer horas extras en el mercado invernal para por lo menos firmar a cinco o seis futbolistas, aunque con los nombres que aparecen uno comienza a alucinar. Fran Mérida que no está siendo determinante para el Hércules (es alto pero lento) se le quiere traer y Pekcoff que aquí no es de la partida en los últimos partidos marcharse a Alicante; o que Fran Carbia suplente en el Ibiza, de la misma categoria, vuelva al Nàstic. Y mientras el caso de Amang, digno para Iker Jiménez, juega poquitos ratos y lo hace relativamente bien, clasificó al equipo para la siguiente ronda de Copa...y ni va convocado.

Y para acabar una del colegiado andaluz Antonio Santos Pargaña, lleva once temporadas en Segunda B con una incursión en Liga Adelante la temporada 2013/14 cuando en un Sporting-Zaragoza en el Molinón expulsó a tres jugadores locales y a su entrenador José Ramon Sandoval, aquel año acabó bajando y a sus 39 sigue anclado en la Segunda B.
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