Ultimatum

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Ultimátum es un vocable un tanto desagradable por su significado (requerimiento, amenaza, conminación o exigencia) y que por desgracia es de las pocas palabras que no dispone de antónimo; por tanto o cumples la exigencia solicitada o atente a las consecuencias. El consejo de la SAD del Nàstic le ha hecho llegar a José Antonio Gordillo un ultimátum como si se tratara de los gobernantes de la Tierra a los invasores extraterrestres en La guerra de los mundos.

Es el entrenador el único o el más culpable de la desesperada situación por la que atraviesa el Nàstic?, pues ni mucho menos. Han habido otros factores que han agravado o precipitado la situación, que han situado al equipo al borde del abismo. Existe la figura del Director Deportivo Arnal Llibert que confeccionó una plantilla tarde y mal; se contrataron jugadores lesionados o que salían de lesiones; se buscaron cesiones que abaratan el coste de plantilla pero ofrecen mucha menos implicación; no se buscó el equilibro de líneas con los fichajes (sin recambios para el lateral diestro, centro del campo y sin centradores contrastados; las nueve bajas por lesión conocidas cuatro venían con problemas de la anterior campaña, uno estuvo un año sin jugar y otros cayeron por lesiones musculares; el virus de las molestias ha aparecido en el vestuario del Nàstic; tampoco ayudó las peregrinaciones en busca de un campo decente para entrenar y ha faltado carácter al equipo circunstancia, esa si, imputable al entrenador.

Cuando se habla de variaciones de sistema, de modificaciones tácticas, lo ratificamos y lo exigimos pero con el atenuante de que no puedes contar con nueve de tus futbolistas presuntamente titulares. La variación con tres centrales si, tal vez con la recuperación de Mejías lo pruebe en Lugo, Sebas Coris de carrilero pero con misiones defensivas también...pero a partir de ahí todo lo condiciona la disponibilidad de vestuario. Si se pierde en el Anxo Carro rodará la cabeza de Gordillo porque en este país la paciencia con los entradores no existe, rápido entra la desesperación, la ansiedad y la alarma.

La cronología de un club de fútbol debería ser: crear un proyecto y buscar un secretario técnico que este eligiera el entrenador y que ambos perfilaran la plantilla en función de como se pretende jugar. Toda la suerte del mundo a Gordillo para el domingo, la merece.

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